LOS CRISTALES GIGANTES DE NAICA, DAN VUELTA AL MUNDO

La formación de este colosal tesoro mineral, ubicado en el desierto de Chihuahua, debió comenzar hace 500 mil años.

“El misterio de los cristales gigantes”, es el título del documental de divulgación a cargo del investigador español Juan Manuel García Ruiz, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), con la producción del cineasta Javier Trueba.

En el marco del Año Internacional de la Cristalografía 2014, se hizo la presentación del fílme

-con duración final de 50 minutos, que tomó cuatro años de realización más dos del guion- fue presentado en el teatro del Museo de las Ciencias Universum. Además la investigación es considerada un tesoro del mundo mineral.

“Este documental se ha exhibido en varias partes del mundo, se ha doblado a siete idiomas; ha tenido éxito a nivel didáctico” dijo García Ruiz sobre la película que narra la historia de la investigación científica sobre la naturaleza y las propiedades de los cristales gigantes de yeso que se encuentran en una mina de plata en México.

En la proyección del domingo de “El misterio de los cristales gigantes”, estuvo presente José Franco, expresidente de la AMC y titular de la Dirección General de Difusión de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien destacó la relevancia de conocer parte de las entrañas de la mina Naica, ubicada en Chihuahua, porque “permite a niños, jóvenes y adultos aprender –hasta de manera divertida- sobre elementos únicos que hay en el mundo y en nuestro país”.

El documental “El misterio de los cristales gigantes”,

Es un viaje a las profundidades de la Tierra e inicia en las antiguas minas romanas de Segóbrica, descritas por Plinio el Viejo, sigue por la geoda más grande de Europa en Almería, España; luego por la cordillera andina para adentrarse en la cueva de El Teniente, hasta llegar a la cueva de los Cristales de Naica, oculta bajo el desierto mexicano.

Del filme se extrae como parte de la información científica que ahí se difunde, que la diferencia entre cristal y vidrio, diamante y carbón amorfo, el cristal del verde esmeralda y el vidrio de bisutería se da por el orden. En el vidrio los átomos están distribuidos sin regla alguna.

Por el contrario, en el cristal, los átomos están dispuestos en orden perfecto, este orden es el que confiere a los cristales la belleza propia de sus formas lineales, ajenas a las curvas de la vida, sus ángulos perfectos y constantes, su guste, colores y formas basadas en el orden mineral que han fascinado a la humanidad desde tiempos remotos.

Los estudios han permitido explicar la formación de los cristales gigantes de Naica y sigue una línea de investigación de manera central sobre la conducta de nucleación y crecimiento de estos cristales de yeso y sobre sus propiedades físicas y aplicaciones.
Como parte del apoyo educativo al Año Internacional de la Cristalografía, el documental tiene acceso libre en todo el mundo en la siguiente dirección:

http://www.trianatech.com/index.php?option=com_content&view=article&id=147&Itemid=131&lang=en

Estas formaciones de tamaños colosales semejantes a vigas, tienen una longitud en promedio de 10 metros (la más alta mide 11.20 mts), un metro de espesor y un peso aproximado de 25 toneladas, lo que hace sean los cristales de yeso más grandes en el planeta.

La velocidad de crecimiento de estos cristales se establece en 60 micras, es decir, el grosor de un cabello, en un siglo, siendo este el crecimiento más lento medido en un proceso mineral, y debieron comenzar a formarse hace medio millón de años.

Otros cristales están formados por otras moléculas ordenadas de tal forma que les confiere otras propiedades que se les da en la vida cotidiana. Por ejemplo, nuestros esqueletos y dientes están hechos de fosfatos de calcio, muchos cosméticos están compuestos por diminutos cristales cuya forma y tamaño controlan su color y calidad. En la mesa, la sal y el azúcar son ejemplos evidentes, pero también la calidad del chocolate depende de los cristales de sus ácidos grasos y la textura del helado de cómo sean los cristales de hielo que se forman al fabricarlos. El cascarón del huevo es carbonato cálcico cristalino al igual que las conchas de los moluscos, del coral y las perlas.

La inmensa mayoría de los fármacos que tomamos son productos cristalinos y para comprender cómo funciona la vida se ha de tener cristales de proteínas.

El multipremiado investigador García Ruiz tiene como principal campo de estudios los fenómenos de auto-organización de estructuras biológicas y geológicas con implicaciones desde el origen de la vida, la descodificación de minerales y la fabricación de nuevos materiales. “Seguimos estudiando la mina, lo interesante es que Naica está viva” reveló.

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