Para conservar la calidad de vida de los vecinos residentes en la calle de Patricio Sanz, el gobierno delegacional en Benito Juárez efectuó esta mañana los trabajos de rescate y rehabilitación de imagen urbana de esta importante vialidad, compartida por las colonias Del Valle, al norte y la colonia Acacias, al sur.
Desde muy tempranas horas cuadrillas de trabajadores de esta delegación política se dieron la tarea de reparar la carpeta asfáltica, balizar los cruceros viales y rampas de sillas de ruedas, además de la poda de árboles y red de drenaje y alcantarillado.
De acuerdo al reporte ofrecido por autoridades, se realizó la poda de 52 árboles, y el retiro de troncos secos con raíces, dos de los cuales fueron sustituidos por dos truenos jóvenes. Asimismo, informaron de la reparación de baches con superficie equivalente a 300 metros cuadrados, la limpieza de 52 coladeras y 19 pozos de visita y la reconstrucción de banqueta frente al número 1758 de la calle ya mencionada.
A decir de los coordinadores de los comités vecinales de la colonia del Valle y Acacias, José Luis Chávez y Daniel Badajoz, respectivamente, las colonias no carecen de los servicios públicos indispensables, ni presentan gran problemática. No obstante requieren de la mejora de dos servicios:
Por la oscuridad de sus calles, se requieren de más luminarias, sobre todo en las calles donde existen luminarias de un solo lado, como es la calle de Amores. La penumbra genera temor y desconfianza entre los vecinos, apunto José Luis Chávez.
Por su parte, Daniel Badajoz el descuido en el parque Acacias, requiere de la atención de las autoridades, principalmente en lo que se refiere al control de mascotas y sus dueños en el manejo de heces fecales. A decir del coordinador vecinal de la colonia Acacias, diariamente se rellena un tambo de heces fecales caninas y se padecen de andadores sucios y descuidados.
Para ambos coordinadores, los vecinos residentes requieren de más y mejores espacios públicos para la convivencia y recreación: “sabemos que no es fácil con más parques o jardines, pero al menos el que tenemos, debemos conservarlo forestado y libre de excremento de perro”.
Para tal efecto, los representantes vecinales y sus comunidades se inclinan por gozar de un mejor alumbrado público que inspire más seguridad y confianza, por un lado, y obligue a las personas a recoger los desechos de sus mascotas, por otro, al no saberse protegidos por la oscuridad