Realizan pruebas de ADN en Iguala, en busca de desaparecidos

México, 19 nov (PL) Pobladores de Iguala, en Guerrero, y de otros estados se realizan pruebas de ADN con la esperanza de hallar a familiares desaparecidos, informa hoy el diario Milenio.
El rotativo sostiene que en Iguala, y mucho menos en Guerrero, no solo están desaparecidos los 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, «existen al menos 200 familias que buscan a sus seres queridos».
Una iniciativa de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg) y de la asociación Ciencia Forense Ciudadana, de identificar los restos que se encuentran en fosas o abandonados a lo largo de la entidad, abrió una esperanza a decenas de personas que anhelan saber dónde está su familiar.
Cada uno de los que acudieron a la iglesia de San Gerardo, en Iguala, para realizarse pruebas de ADN tiene una herida, algunas acaban de cerrar, pero basta un roce para que vuelvan a abrir, afirma Milenio.
Tal es el caso de Guadalupe Cano, hermana de Julio, quien desapareció el pasado 13 de enero de 2010 cuando se encontraba en su oficina en el centro de Iguala.
Narra que el abogado de profesión fue sacado de su despacho «a punta de golpes», al principio llamaron a su casa para solicitar una recompensa, pero al dar parte a las autoridades locales «nunca más se volvieron a comunicar».
Cano fue la primera en hacerse la prueba de ADN con peritos de la Procuraduría General de la República, que apoyan este esfuerzo ciudadano.
El proceso duró apenas unos minutos y consta en dejar datos personales y un pinchazo en la yema del dedo anular izquierdo para extraer una gotas de sangre que son plasmadas en un placa con el nombre del interesado y el desaparecido.
Arcadio Valencia es hermano mayor de Martín, quien desapareció el pasado 18 de octubre. «Estoy preparado para cualquier escenario. Todo este tiempo ha sido un martirio para mí y mi familia, queremos ya una tumba donde llorar, donde irle a dejar unas flores», sostuvo.
Cuenta que al llegar a su casa en Iguala luego de trabajar, policías locales detuvieron a Martín con violencia y nunca más supieron de él.
Julia Alonso, representante de Ciencia Forense Ciudadana, perdió el rastro de su hijo hace poco más de siete años.
Afirma que la organización civil decidió apoyar la segunda etapa de búsquedas de la Upoeg, en Guerrero, con 500 pruebas de ADN, que serán analizadas en la Universidad de Durham, Inglaterra, para el reconocimiento de los osamentas, labor que tardará al menos dos meses.
«Nos estamos dando cuenta de que 500 pruebas no son suficientes, cada vez llegan más personas y nos rebasará la demanda. Contamos con mil 500, pero tenemos el objetivo de distribuirlas en todo el país, porque esto no solo ocurre en Iguala, también en Michoacán, Tamaulipas. Pero es un primer paso el que estamos dando», detalló.
Al menos 200 familias de Iguala y de varios municipios de Guerrero, así como de Veracruz y Michoacán acudieron al llamado para la identificación de osamentas.

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