Roma, 19 nov (PL) Cerca de 170 países presentes en la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) se comprometieron hoy a impulsar acciones concretas para erradicar el hambre, prevenir la malnutrición y promover sistemas alimentarios sostenibles.
En la Declaración de Roma, un documento aprobado por los asistentes al evento que se prolongará hasta el próximo viernes, los delegados también expresaron la determinación de aumentar las inversiones para mejorar la alimentación, fundamentalmente en situaciones de emergencia.
Según el texto de la reunión, en la cual participan unos 100 ministros de agricultura, salud y otros sectores, se expresó la voluntad de formular normas coherentes desde la producción hasta el momento del consumo, a fin de garantizar el acceso a los productos durante todo el año.
Nos comprometemos a aumentar la importancia de la nutrición en las estrategias, planes y programas nacionales pertinentes, así como a distribuir los recursos en consecuencia, agregó la declaración.
En sentido general, el texto reconoció el derecho a acceder a una alimentación segura y suficiente, al tiempo que llamó a los gobiernos a prevenir la malnutrición en todas sus formas, entre ellas el hambre, la carencia de micronutrientes y la obesidad.
De acuerdo con Brian Thompson, coordinador de la Secretaría de la CIN2, se trata de un documento político elaborado para responder a las cuestiones y desafíos actuales relacionados con esos problemas.
Como parte de la conferencia también se avaló un marco técnico de acción, el cual, según Thompson, proporciona un conjunto de opciones a fin de que las autoridades las usen para aplicar la Declaración de Roma.
En ese cuadro operativo se reconoció que los gobiernos tienen la responsabilidad primaria de afrontar los problemas vinculados con la nutrición y se determinaron 60 acciones para implementar a nivel nacional por medio de políticas sanitarias, agrícolas, educativas, de desarrollo y de inversión.
Al mismo tiempo, se delinearon sistemas eficaces de rendición de cuentas, entre ellos métodos de monitoreo, y se estableció que los países adheridos deben lograr resultados concretos el próximo año.
El marco técnico reconoció, asimismo, que los sistemas alimentarios sostenibles (la forma en que los alimentos son elaborados, procesados, distribuidos, comercializados y preparados para el consumo humano) resultan cruciales en la lucha contra la desnutrición.
De igual modo, para lograr dietas variadas y sanas, se instó a estimular la producción y el procesamiento de alimentos a nivel local, sobre todo por parte de los pequeños productores y la agricultura familiar, con especial atención a la capacitación de las mujeres.
Unos 170 países apuestan por acciones concretas contra el hambre
