Madres de Centroamérica claman por aparición de sus hijos

Tegucigalpa, 30 nov (PL) Decenas de madres de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala claman hoy por noticias de sus hijos desaparecidos cuando transitaban por territorio mexicano con la intención de llegar a Estados Unidos.
Datos del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM) dan cuenta de 70 mil a 150 mil personas de los dos sexos y diferentes edades secuestradas y desaparecidas en esa ruta, sin que hasta ahora las autoridades mexicanas hicieran algo por ayudar a los familiares en su búsqueda.
Activistas de esa organización civil advierten de la ausencia de registros precisos de migrantes desaparecidos, por lo cual no se pueda hablar de cifras exactas aunque si de aproximaciones estadísticas por las denuncias de sus parientes, refiere el diario hondureño La Prensa, en su edición digital.
Con el propósito de recabar la atención de las autoridades gubernamentales madres de esos cuatro países centroamericanos realizan cada año un recorrido por importantes ciudades de México, comprendidas en la ruta de la migración ilegal hacia Estados Unidos.
En esta décima ocasión la caravana mujeres comenzó su periplo el 20 de noviembre en Tenosique, en el sureño estado de Tabasco, y prevé recorrer varios puntos hasta el 7 de diciembre, añade el rotativo hondureño.
Informa que el sábado, en la capital mexicana, representantes de ese grupo denunciaron en una conferencia de prensa la invisibilización de que son objeto por parte de los medios de comunicación masiva y la falta de respuestas oficiales a sus demandas.
También solicitaron al Gobierno de Enrique Peña Nieto facilitar la búsqueda de los migrantes desaparecidos, aunque reconocieron que esos llamados coinciden con los de cientos de padres y madres mexicanos cuyos hijos perdieron la vida o desaparecieron en los últimos años en ese país y siguen sin ser atentidos en sus reclamos.
Los familiares criticaron a su vez el programa Frontera Sur, implementado desde julio por las autoridades mexicanas para -en su opinión- perseguir y deportar al máximo de migrantes posible.
Para muchos esta es la única oportunidad que tienen para buscar a sus hijos, porque no hay mecanismos para que puedan hacerlo, expresó el activista del MMM Rubén Figueroa con respecto a la caravana, en tanto integrantes de la misma destacaron que en estos viajes reciben a veces señales de aliento.
Esta vez tuvieron la satisfacción de reencontrar a dos hermanos, y una madre y un hijo, comentó la guatemalteca Lucía Macario Pérez, que participa por segunda vez en el recorrido tras la pista de su esposo, del que tuvo últimas noticias a finales de julio de 2011.

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