México despidió con alegría y gratitud a Chespirito

México, 30 nov (PL) México tributó hoy la misma alegría que Roberto Gómez «Chespirito» le entregó a sus compatriotas y a millones de latinoamericanos, en un homenaje póstumo que reunió a miles de personas e inundó las redes sociales.
«Chavo, Chavo», gritaban las personas a lo largo del trayecto desde la sede del canal Televisa, vía Periférico hasta el Estadio Azteca, que recorrió la carroza fúnebre color rojo, como el Chapulín Colorado, uno los tantos personajes que popularizó el actor, escritor, director y productor televisivo.
Chavo no te vayas, Chapulín gracias por tantas alegrías, fueron algunos de los textos que vía Twitter expresaron el reconocimiento a quien el presidente Enrique Peña Nieto calificó como ícono de México.
Miles de personas saludaron con vítores, aplausos, papeles de colores, pañuelos blancos o sonando el claxon de sus autos el paso del cortejo, en el que la carroza llevaba también estatuas de los personajes más emblemáticos encarnados por Roberto Gómez.
Chespirito nos unía a todos los mexicanos frente al televisor, abuelos, padres, hijos y nietos, dijo a Prensa Latina Guadalupe Hinojosa, ama de casa que salió con su familia a rendir tributo a Gómez, también conocido como Chaparrón Bonaparte.
A su lado Rogelio y Jeny, estudiantes de la Universidad Autónoma de México, con muñecos alusivos al Chapulín, coincidieron en que Roberto Gómez «no solo se hace leyenda, sino un recordatorio de que los mexicanos tenemos que vivir en paz».
Luego, en el estadio Azteca, sede del club del fútbol local América, que lo tuvo como uno de sus más encumbrados seguidores, la carroza con sus restos dio el recorrido olímpico, acompañado por el tema musical de uno de sus programas más populares.
La taquilla fue gratis, y el graderío se llenó, mientras en los altavoces del estadio se escuchaba la canción y la estrofa «Chavo ya es parte de mi vida», coreada por miles de personas.
Varios canales de televisión latinoamericanos se unieron a la señal de Televisa, donde Don Roberto, como le llaman también, trabajó durante cuatro décadas.
Sus restos recibieron una misa en el Estadio Azteca y luego su féretro fue acompañado por decenas de niños vestidos al estilo Chapulín.
Chespirito, el Chavo del Ocho, el Chapulín Colorado, el Chaparrón Bonaparte, algunos de los alias de Roberto Gómez, que gustó de satirizar a los superhéroes de los comics, incluida su pastilla de «chiquitorina», devino punto de encuentro de sus compatriotas, en un momento marcado por el reclamo social de justicia por la desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, estado de Guerrero.
Decenas de palomas blancas, lanzadas por el coro infantil del Distrito Federal, confirmaron ese mensaje.

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