Renuncia policía que mató a adolescente en Ferguson

El suceso desencadenó fuertes debates por racismo en los Estados Unidos.

(Agencias) El oficial estadounidense que disparó y mató a un adolescente negro desarmado en el estado de Misuri renunció a la policía de Ferguson, dijo el sábado su abogado, mientras activistas protagonizaban una marcha de 200 kilómetros en protesta por el asesinato y la decisión de la justicia de no imputarlo.

La renuncia de Darren Wilson a las fuerzas policiales se conoció cuatro meses después de que matara a Michael Brown, de 18 años, y días después de que se anunciara que no enfrentaría cargos criminales.

El incidente, que ha llevado a meses de protestas por momentos incluso violentas en Ferguson, ha vuelto a encender un debate sobre las relaciones raciales y el uso de la fuerza policial en Estados Unidos.

El abogado de Wilson Neil Bruntrager confirmó que el oficial había enviado su renuncia, una muy anticipada decisión cualquiera que fuera el fallo del gran jurado.

«En términos de su seguridad, es probablemente lo mejor para él», dijo Cynthia Burnes, una asistente de enfermería de 26 años de St. Louis que estaba entre la docena de personas reunidas frente al cuartel central de policía de Ferguson la noche del sábado. «A partir de ahora está en una lista negra».

En una carta publicada por el diario Post-Dispatch de St. Louis, Wilson dijo que se le había dicho que «mi empleo continuo podría poner a los residentes y oficiales de policía de la ciudad de Ferguson en riesgo, una circunstancia que no puedo permitir».

Wilson, que dijo que estaba actuando en defensa propia cuando le disparó a Brown, aseguró que quería esperar hasta el fallo del gran jurado para tomar su decisión sobre abandonar la policía, según la carta.

Después de una noche de edificios incendiados y saqueos en Ferguson después de la decisión gran jurado, las manifestaciones se extendieron esta semana a otras grandes ciudades de Estados Unidos. Algunos activistas apuntaron a centros comerciales en el «Viernes Negro», en plena temporada de compras.

El sábado, activistas partieron en una marcha de siete días desde Ferguson, un suburbio de St. Louis, hasta Jefferson City, la capital de Misuri. La marcha, que hacía recordar las demostraciones de derechos civiles de la década de 1960, fue organizada por la Asociación Nacional por el Avance de las Personas de Color (NAACP por sus siglas en inglés).

La NAACP está pidiendo una reforma de las prácticas policiales, un nuevo jefe policial en Ferguson y una ley nacional para prevenir la evaluación de perfil racial por parte de la policía.

Más de 150 personas partieron en el «Viaje por la Justicia» desde un lugar cercano a donde Brown fue asesinado, con algunos manifestantes entonando viejas canciones de protesta.

Sandra Henry, una enfermera de 53 años de St. Louis dijo que estaba marchando para presionar por un cambio en las prácticas policiales.

«Esto no se trata sólo de St. Louis. Estamos hablando por otras ciudades, también otros países», dijo Henry.

Se esperaba que alrededor de 100 personas hicieran todo el viaje, y se calculaba que unos 1,000 participarían en la última etapa de la marcha, dijo a Reuters Jamiah Adams, miembro de la organización.

Por la noche, una docena de personas estaba frente a la estación de policía de Ferguson, escenario de uno de los peores disturbios de esta semana. No había oficiales de policía parados en frente pero una pequeño grupo de la guardia nacional se mantenía cerca.

En Nueva York, activistas marcharon el sábado en Harlem para trazar un paralelo entre la muerte de Brown y lo que consideran otros casos de violencia policial injustificada.

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