Canal en Nicaragua: La posibilidad de cumplir un sueño

Managua (PL) A menos de un mes del inicio de la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, la posibilidad de ver un sueño cumplido aumenta para esta nación y las expectativas crecen en todo el orbe.
El anuncio del comienzo de las obras el 22 de diciembre y la presentación de los avances de estudios sobre su viabilidad técnica, factibilidad e implicaciones medioambientales, avivan la esperanza de ver concretadas las aspiraciones existentes desde hace siglos.
Según el ingeniero holandés Jangeert van der Post, investigador y autor de un libro sobre el tema, la idea de construir una vía interoceánica en este país data de la Colonia y desde esa época se han registrado 72 intentos, pocos de ellos factibles y bien diseñados.
En 1929, el héroe nicaragüense Augusto César Sandino, en su Plan de realización del supremo sueño de Bolívar, consideró el canal como una ruta que constituirá «tanto el imán como la llave del mundo».
De hallarse bajo la soberanía latinoamericana, será un baluarte para la defensa de su independencia sin limitaciones y una válvula maravillosa para el desarrollo de su progreso material y espiritual rotundos, afirmó en aquel entonces quien lideró la lucha contra la intervención norteamericana en la nación.
Más de ocho décadas después, casi al finalizar el 2014, los planes avanzan y prometen hacer realidad los anhelos centenarios de este pueblo centroamericano.
Durante la presentación en esta capital de adelantos de las investigaciones, Zhu Xiaoya, asistente del presidente de la empresa china HKND, concesionaria de la obra, señaló que esta traerá bienestar a los nicaragüenses y será «una vía navegable de oro que conectará al océano Pacífico con el Atlántico». Por su parte, el asesor principal del proyecto, Bill Wild, afirmó que el canal es «la obra de ingeniería civil más grande jamás emprendida».
Transformará el comercio mundial y le dará un impulso mediante la reducción de los costos y los tiempos de tránsito. Traerá más prosperidad a Nicaragua, aseveró.
Asimismo, un informe de HKND indica que dicha estructura «ayudará a satisfacer las necesidades cambiantes del comercio del siglo XXI. El rápido crecimiento del intercambio este-oeste y del tamaño de los buques constituye un fundamento convincente para la construcción de un segundo canal sustancialmente más grande que atraviese Centroamérica».
Según Wild, la obra representa un reto a la ingeniería, en especial, por su tamaño, superior al de las vías ya existentes de su tipo.
Para los analistas, los principales desafíos están relacionados con las escalas de las estructuras, además de las condiciones climáticas de Nicaragua y la ocurrencia de movimientos telúricos.
Se prevé que la vía interoceánica tenga una longitud de aproximadamente 278 kilómetros, de los cuales un tramo de 105 estará en el lago Cocibolca.
Pasará por el río Brito, en el sureño departamento de Rivas, a unos 100 kilómetros de esta capital, cruzará el lago y recorrerá las cercanías del río Tule hasta la desembocadura del Punta Gorda.
Su costo total es valorado en 50 mil millones de dólares y se espera que su edificación demore cinco años.
Además del canal, se trabajará en un aeropuerto, varias carreteras, una zona de libre comercio, complejos turísticos y dos puertos, uno del lado del Pacífico y otro en el Atlántico.
La construcción se realizará sobre la base de rigurosas investigaciones y cumplirá con estrictos requisitos y normas internacionales. Estamos preparados para desarrollar sólidamente nuestro trabajo y controlar el impacto social y medioambiental de la obra, afirmó Xiaoya en esta capital.
Por su parte, Wild aseguró que se cuenta «con uno de los mejores equipos de asesores y consultores del mundo» y ya se finalizó el estudio de viabilidad técnica.
De acuerdo con los responsables, los análisis sobre el impacto medioambiental y social están a punto de culminar y próximamente se presentará otro informe sobre progresos en dichas investigaciones.
Recientemente, se informó la realización de un nuevo diseño, el cual incluye un puerto interno, ubicado tierra adentro, con el propósito de aminorar posibles daños ambientales.
El subdirector general de construcción de la empresa china, Kwok Wai Pang, aseguró que pescadores y la población cercana al río Brito no sufrirán afectaciones ni serán dañados los manglares de esa zona.
Para la protección de dichos ecosistemas se planea instalar una estructura que evite la entrada de agua salada.
Kwok Wai Pang afirmó que todo lugar dañado será rehabilitado y anunció la reubicación de un aeropuerto contemplado en el proyecto con el objetivo de causar la menor molestia posible a los ciudadanos.
Según HKND y empresas asesoras, las afectaciones al lago serán mínimas y su nivel no disminuirá, pues se utilizarán las aguas de varios ríos.
La obra estará alejada unos 15 kilómetros del Punta Gorda y se mantendrán libres 10 kilómetros del Corredor Biológico Mesoamericano, con el propósito de disminuir el impacto.
En cuanto a los beneficios, reportes oficiales resaltan que el canal asumirá el cinco por ciento del transporte de la totalidad del comercio mundial, duplicará el Producto Interno Bruto de Nicaragua y generará más de 250 mil empleos.
Inicialmente se utilizará equipamiento y personal nicaragüense, pero a medida que avance la obra, será necesario incorporar recursos materiales y humanos provenientes de otros países.
En octubre pasado, el presidente Daniel Ortega destacó la importancia de dicho proyecto como vía para hacer frente a la pobreza e impulsar el desarrollo de esta nación.
«Es esta la única forma que tiene Nicaragua, en las actuales circunstancias, de poder contar con un recurso que le dé al país utilidades para incrementar la lucha contra la pobreza, (y) calificar las actividades productivas», aseveró.
Por su parte, el miembro de la Comisión del Gran Canal Telémaco Talavera destacó la relevancia del proyecto y reiteró que todo está listo para iniciar las labores constructivas.
Hay un gran interés y compromiso. Esperamos que esta obra lleve a Nicaragua a una condición de desarrollo humano superior, subrayó.
Mientras los estudios continúan y los planes avanzan, la población aguarda expectante el fin del 2014 y espera que a partir del año nuevo deje de ser solo un sueño la posibilidad de contar con el «Gran Canal».

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