Brics: una apuesta por el cambio

La Habana, 15 dic (PL) Pese a las distancias culturales y geográficas entre los miembros del grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) economistas y políticos apuestan hoy por esta alianza como una alternativa al orden económico global.
Mientras los defensores del status quo internacional rechazan la posibilidad de que tan heterogéneo quinteto pueda constituirse en un bloque sólido, los BRICS dotaron de fondos este año a su Banco de Desarrollo y aspiran a crear una moneda común para realizar transacciones internas.
Según el economista y exempleado del Banco Mundial, Peter Koenig, estos países pueden llegar a reemplazar al sistema económico actual, dominado por Estados Unidos.
De esa forma ofrecerán una alternativa monetaria más sana que el dólar, culpable en gran medida del empobrecimiento del planeta en términos económicos y medioambientales, subrayó.
Igual optimismo expresa el director general de la corporación de investigación y producción UralVagonZavod, Oleg Sienko, quien aseguró la superioridad de una moneda Brics frente a la norteamericana.
«Estaría respaldada por fondos y recursos reales, incluyendo los recursos humanos, naturales y materias primas, que abundan en nuestros países», declaró Sienko en el sitio BRICS Business Magazine.
La iniciativa parece constituir, además, una amenaza para la supremacía del G-7 (las naciones más ricas del orbe), a juicio de un colectivo de expertos rusos, quienes elaboraron el informe «Las perspectivas y prioridades estratégicas del ascenso de los Brics».
De acuerdo con los pronósticos del investigador de la Universidad Estatal de Moscú, Askar Akáyev, en los próximos años esos países superarán en valores absolutos a las siete economías más desarrolladas del mundo actual.
Si se cumplen estos vaticinios -declaró Akáyev- entonces la situación en el mundo mejorará, reduciéndose los motivos para las guerras con el aumento de la justicia y la armonía.
El propósito de la alianza Brics consiste en ayudar a los países en desarrollo y desafiar a los organismos gobernados por naciones occidentales, como es el caso del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Sus detractores, no obstante, realzan las diferencias, arguyen que la economía china es 20 veces mayor que la sudafricana y supera también a la rusa, por tanto las rivalidades podrían constituir obstáculos al desarrollo de la alternativa.
Sin embargo, las aspiraciones del grupo conservan legitimidad si se tiene en cuenta que el conjunto reúne el 30 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, y aproximadamente el 45 de la población total.
Y es que lejos de enfocarse en las divergencias, los acuerdos de las cinco naciones parecen acercar cada vez más el cumplimiento del sueño de JimO´Noeil, quien al crear el término Brics en 2001 avizoró el despunte del quinteto como las principales economías del orbe hacia el 2050.
Por eso, al parecer, el gran reto del conjunto no solo consiste en revertir el orden financiero mundial, en caso de lograrlo, todavía les resta afrontar el desafío de cambiar las bases del mismo, ya que desamericanizar el sistema difiere mucho de desdolarizarlo. Aunque, sin dudas, esta es una apuesta mayor.
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