Ciudad de México.- El Oxytricha ya se destaca de otros microorganismos por varias características conocidas desde tiempo atrás. Es una célula grande, unas 10 veces mayor que una célula humana normal. El organismo contiene también dos núcleos, mientras que la mayoría de los organismos unicelulares tienen solo uno.
El núcleo de una célula típica regula la actividad interna y, habitualmente, contiene el ADN celular así como los genes que se transmiten durante la reproducción.
Una célula individual de Oxytricha, sin embargo, mantiene su ADN activo en un núcleo funcional, y utiliza el segundo núcleo para almacenar un archivo de material genético que transmitirá a la siguiente generación. El genoma de este segundo núcleo experimenta el desmantelamiento y la reconstrucción para producir un nuevo núcleo funcional en la descendencia.
El Oxytricha utiliza el “sexo” solo para intercambiar ADN, en vez de para una reproducción sexual propiamente dicha. Durante la actividad “sexual”, dos organismos se fusionan para compartir la mitad de su información genética. El objeto de cada célula es reemplazar los viejos genes con otros nuevos y piezas de ADN de su compañera. Juntas, las dos células construyen nuevos núcleos funcionales con un grupo nuevo de cromosomas. Esto las rejuvenece y diversifica su material genético, lo cual es bueno para el organismo.
Los investigadores han descubierto que es durante este proceso que el revoltijo de genes en el segundo núcleo es ordenado para localizar cada uno de los aproximadamente 225.000 pequeños segmentos de ADN que cada compañero utiliza para reconstruir sus cromosomas rejuvenecidos.
También es impresionante la enorme escala cromosómica del genoma de Oxytricha. El organismo contiene aproximadamente 16.000 cromosomas en el núcleo activo; los humanos poseemos solo 46. De todas formas, la mayoría de los cromosomas de Oxytricha contienen solo un gen.
Fuente: InsurgentePress