*“Engañosa” Normalidad
*Se Defienden “Solos”
*Triunvirato Diabólico
¿La normalidad en México se demuestra por la fuerza del gobierno y su capacidad de imponerse a los designios generales evidentes? Quizá por ello, sin el menor consenso, caminaron las reformas que tanto repele buena parte de los mexicanos sobre todo porque fueron armadas a espaldas del colectivo, sin consulta alguna y, para colmo, sin haberlas propuestas durante los largos días de la campaña presidencial en donde suelen ventilarse planes que son irremisiblemente archivados cuando se arriba a la sede del poder. El engaño es monumental, además, porque ya instalados en el Palacio Nacional los mandatarios suelen verse las caras con los mandatarios estadounidenses quienes marcan pautas a cambio de “apoyos” contrarios a nuestra soberanía.
Se nos ha mentido tanto, y con diversos colores partidistas, que lo único con sentido es el escepticismo. La credibilidad oficial está por los suelos, además, porque los actos de corrupción se ventilan –acaso en otros tiempos se podían ocultar bajo el maridaje de los sectores más influyentes-, y no pueden guarecerse, siquiera, los “secreto militares” tales como la masacre de Tlatlaya, en junio pasado, que al fin fue puesta al descubierto cien días después gracias a la revista Enquire y la agencia AP de los Estados Unidos. Fue como una explosión que nos estalló en las manos de los informadores nacionales quienes fuimos incapaces de descubrir la trama siniestra, como tantas otras posiblemente, del aparato castrense. Pese a todo, la fatua aprehensión de unos cuantos soldados no bastó para atemperar el temporal porque, al contrario, los confinados se dijeron vejados por cuanto sólo cumplían órdenes superiores. ¿Dónde están esos mandos criminales? Sé que la pregunta es de alto riesgo pero es necesario formularla.
Sí, vuelvo sobre el punto: el general secretario, Salvador Cienfuegos Zepeda, debería ya estar fuera del gabinete presidencial; y lo mismo debe decirse del simplón y torpe Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, secretario de la Marina quien dijo abiertamente que se manipulaba a los dolientes padres de tantos jóvenes mancillados, torturados e incinerados vivos. No imagino cuál sería la compostura del funcionario si hubiese vivido el drama en carne propia; lo que sé es que también debería poner su renuncia sobre la mesa presidencial ante el azoro y el enfado provocados por sus declaraciones insensibles y superficiales. No se sirve así a las instituciones supuestamente democráticas.
Recuerden los lectores que, desde hace dos meses y medio, sugerimos que el retorno a la normalidad, recuperándose peña de su tremendo traspiés –no sólo la barbarie desatada sino igualmente la corrupción materializada en la adquisición de casas millonarias supuestamente a nombre de sus esposas y mismas que igualmente debió declarar el mandatario y no lo hizo bajo el pretexto de que tales bienes eran exclusivos de su consorte y no de la pareja-, y permitiéndose gobernar cuatro años más contra la desaprobación de nueve de cada diez mexicanos y con una enfermedad avanzada arraigada a su cuerpo como su insondable apetencia de mujeres, era prácticamente imposible. Algunos se soliviantaron, me dijeron pesimista y hasta consideraron que había perdido el don más preciado de los periodistas serios: la objetividad.
Pues bien, la Comisión Nacional de Derechos Humanos –tantas veces esquiva y selectiva-, en voz de su nuevo presidente, Luis Raúl González Pérez –el único, debo decirlo, que se ocupó personalmente de una de tantas agresiones sufridas por quien escribe estas líneas, precisamente en Celaya-, enunció porqué era imposible, tal fue el calificativo, recuperar la “engañosa realidad”, la del aquí no pasa nada y la de los escépticos siempre prepotentes en su resistencia a creer y visualizar el pasado, por cuanto la crispación parece incontenible y se observa difícil detenerla. De allí la urgencia, esto lo decimos nosotros, de tomar medidas extremas, emergentes, como sería la licencia definitiva de peña nieto cuya incapacidad es manifiesta acaso en igual proporción a su vulnerabilidad física. Las facturas siempre llegan.
En vez de debatir sobre el punto y entender que la marea colectiva no cesará por el encanto de las festividades navideñas, como algunos esperan, el presidente en funciones aceptó que “aún prevalecen desafíos importantes que no debemos ignorar”. ¿Acaso el referente tenía por objetivo conminar a su “delfín”, el también mexiquense Luis Videgaray Caso, a explicar, seriamente, el fondo de sus relaciones con Juan Armando Hinojosa Cantú, el rey de la construcción, primero en el Estado de México y luego como una especie de socio solidario con la Presidencia de la República, el mayor accionista del Grupo Higa que más parece una casa de asistencia para políticos ambiciosos y con futuro en apariencia irreversible: presta, dona, hipoteca y brinda facilidades sin cuento a quienes desea servir, entre ellos a residencias en Huixquilucan y Malinalco.
El alegato de Videgaray fue tan pobre, pese a su recorrido mediático impresionante –ojalá los padres de los jóvenes asesinados hubieran tenido la misma oportunidad ante los micrófonos-, como su supuesto “blindaje” a la economía cuando el peso y los precios de la mezcla mexicana de petróleo sucumben sin remedio y nos llevan, a todos los que dependemos de nuestros empeños cotidianos, al abismo de la indefensión, otra vez saqueados en beneficio de una elite de multimillonarios felices. ¿O ustedes creen que, por ejemplo, Carlos Slim Helú, quien bajó al tercer sitio entre los grandes multimillonarios del planeta, está preocupado? Le basta con dirigir sus inversiones hacia otros mercados, en concreto España para ayudarla a salir de su postración financiera lo que no hace en México porque no encuentra en su gobierno más que enconos y corruptelas; y no es ésta una defensa de Slim sino el apunte de un contraste que lastima en serio.
Por cierto, existe un punto poco explorado. El 30 de julio de 2012, apenas unas semanas después de los comicios presidenciales, el helicóptero en el que viajaba el hijo del mayor accionista del grupo Higa, Juan Armando Hinojosa García, se estrelló en el paraje Las Palomas, ubicado entre los municipios mexiquenses de Jiquipilco y Villa del Carbón cuando regresaba de una comida privada, festiva en extremo, con enrique peña precisamente en Atlacomulco, su ciudad natal. Golpearon a peña y a su socio consentido, Hinojosa Cantú, en donde más duele al estilo de los “accidentes” de Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora, sendos secretarios de Gobernación obviamente blancos de los enemigos de calderón. No hay coincidencias sino hechos que deben ser analizados y no se hace. ¿Por miedo, acaso?
La vuelta a la normalidad debe convertirse en el objetivo principal. Algunos se aterran cuando insisto en un cambio de timonel suponiendo que sería peor el relevo. Alegan que quien tiene más posibilidades de sentarse en la silla presidencial es, en este momento, Manlio Fabio Beltrones. Pero se equivocan. Si bien el Congreso es quien designa al presidente substituto, la crispación social es tan grande que vencería a los amarres de la partidocracia y harían imposible que un priísta estuviera en lisa; y se tendría que optar por un ciudadano libre de sospechas y de alianzas con las dirigencias. Los hay y muy talentosos. También exigen que demos algunas propuestas:
1.- El relevo detendría la crispación y daría tiempo para realizar las reformas que, éstas sí, son indispensables, accediendo a una consulta popular para darle o no el visto bueno a las peñistas.
2.- Como un paso trascendente contra el modelo político actual, la transición del presidencialismo autoritario hacia el parlamentarismo significaría reforzar la democracia traicionada hasta ahora.
3.- Terminar la infecunda guerra entre mafias entendiendo límites y sin perder la dignidad de la autoridad que emana del pueblo.
Para empezar no estaría nada mal. ¿No creen?
Mirador
Es un revoltijo rebosante de pasiones extra-gubernamentales y resentimientos profundos. ¿Quién hubiera creído que Rosario Robles Berlanga, nacida en San Antonio de las Alazanas, Coahuila, y cuyo desempeño como jefa del gobierno del Distrito Federal fue bastante bueno, caería en la trampa de la seducción con Carlos Ahumada Kurtz y después acabaría siendo una lacaya del PRI a los pies de Angélica Rivera?
Ahora resulta que cuestionar las afirmaciones de la mal llamada “primera dama” –deberíamos dejar de llamarla así y ésta es la última vez que lo hago-, es producto de traumas de género e incluso de violencia verbal soez contra una mujer cuyo único “delito” fue matrimoniarse con el gobernador mexiquense con aureola de “futuro presidente”. Nada más alejado de la realidad ante la visión del absurdo, las declaraciones de decenas de personajes de la farándula que la conocen y la lógica elemental sobre subsidios absurdos y prerrogativas insólitas. Pero la señora Robles se metió al cajón sin importar la congruencia y la dignidad que otrora mostró.
Algo parecido sucede en torno al gobernador chiapaneco, Manuel Velasco Coello, postulado por el Verde y apoyado por el PRI –en una peculiar alianza que brotó de la estrecha relación con peña-, quien gasta más en propaganda que lo invertido en infraestructura en su entidad. Alguien le dijo que sería presidenciable y procede con el mismo plan de peña. Hace poco, Velasco –nieto de Manuel Velasco Suárez, suegro que fue de Manuel Camacho Solís, y sobrino del execrable Javier Coello Trejo, afianzando así la moderna aristocracia mexicana- fue paseado en volandas, en una especie de silla gestatoria –no era la misma que la del agujero para asegurar el sexo de los Pontífices, un mito para muchos-, por una decena de indígenas chamulas. Y se le veía feliz con atuendo regional… como quien va al baile en el carruaje de la Cenicienta.
Dios se apiade de nosotros.
Por las Alcobas
Durante el deplorable foxismo tres mujeres manejaron la Presidencia: marta, la de las muchas faldas, la prisionera elba Esther y Rosario Robles Berlanga, deseosa de vengarse del acoso sexual de Andrés Manuel. (Creo que no hace falta poner los apellidos). Fueron ellas quienes fraguaron los videoescándalos con la participación de Ramón Martín Huerta –el cercano amigo de fox quien cayó con su helicóptero también- y genaro garcía luna, el todavía intocable.
El actualidad se ha visto que la mancuerna entre Amngélica, “La Gaviota” de “Destilando Amor” –su único éxito-, y Rosario Robles parece muy sólida. Si Rosario ha sido integrante de los dos grupos de “mujeres desesperadas”, cabe suponer que falta poa allí una… quien casi seguramente es panista. Al tiempo.
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Web: www.trinchera.mx
E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
LA ARISTOCRACIA ESTÁ A TODO VAPOR Y AUNQUE RESULTE DIFÍCIL DE CREER MUCHOS DE QUIENES CONFORMAN LA CORTE PRESIDENCIAL O EMPRESARIAL ASUMEN QUE LA MONARQUÍA ES MEJOR PORQUE SE OBSERVA MÁS BONITA POR LOS PALACIOS MONUMENTALES COMO VERSALLES. SE OLVIDAN CLARO DE LOS SÚBDITOS, DE TANTOS MASACRADOS, POR EJEMPLO, FRENTE AL PALACIO DE INVIERNO DEL ZAR NICOLÁS EN SAN PETESBURGO.