Bogotá, 23 dic (PL) Activistas colombianos promueven hoy una campaña contra los espectáculos taurinos en Cartagena por considerarlos exhibiciones crueles, movimiento de protesta que crece ante la proximidad de las corridas anunciadas para el 3 y 4 de enero.
Con el lema Yo por el toro, abogados y otros defensores de los mamíferos, expresan su rechazo a tales prácticas y exigen acatar disposiciones, las cuales ordenan eliminar las conductas abusivas contra los animales.
Según los ecologistas la sentencia de la Corte Constitucional (C-666 de 2010) prohíbe el maltrato de los vacunos durante esas funciones, autorizadas sólo en sitios donde constituyen tradición, reseñó el diario El Universal.
Paralelamente exigen impedir la entrada de niños a las corridas a fin de evitar que presencien esas expresiones de violencia.
Con anterioridad las manifestaciones de repudio al llamado arte del toreo incluyeron la huelga de hambre de Fanny Panchón, una de sus promotoras, prolongada durante 13 días.
En Cartagena desapareció esa costumbre, la sentencia de la Corte Constitucional deja claro que en los sitios donde la práctica perdió vigencia no se pueden realizar corridas y por eso vamos a denunciar penal y disciplinariamente al alcalde en caso que se realice el evento en enero, advirtió el abogado Freddys del Toro, uno líderes del movimiento.
Entre las iniciativas para visibilizar la denuncia sobresale una escenificación prevista para el venidero 29 de diciembre, cuando protectores de los animales se colocarán agujas en la espalda para llamar la atención sobre lo dolorosas que pueden ser las banderillas usadas por los toreros para someter a su contrincante.
Se trata de un espectáculo donde el hombre disfruta a costa del sufrimiento de otro ser vivo, denunció Panchón, citada por El Universal.
Bogotá vive también una polémica sobre la futura reanudación de las corridas en la emblemática plaza Santa María.
Más de un centenar de novilleros hicieron huelga de hambre con el propósito de pedir la apertura del recinto, mientras la alcaldía local adelanta gestiones para restaurar el lugar que data de 1931, al advertir que parte de su estructura muestra signos de deterioro y necesita ser reforzada, con la finalidad de garantizar la seguridad del público.
En tanto en avenidas de la capital colombiana abundan los mensajes en contra de esa práctica por su esencia violenta, con riesgo para bovinos y lidiadores, que según apuntes históricos llegó a Colombia en el siglo XVI.
Polémica por corridas de toros en Colombia
