México, 29 dic (PL) México es el país con más sacerdotes asesinados en Latinoamérica, asegura hoy aquí un informe del Centro Católico Multimedial (CCM).
Según la investigación, la violencia en contra de sacerdotes ha ido en aumento en los últimos años, con 35 asesinatos en los últimos 24, ocho de los cuales ocurrieron en los últimos dos años, por causas de su actividad pastoral.
Durante los últimos 24 años fueron perpetrados 47 atentados contra miembros de la Iglesia católica, de los cuales 45 son crímenes arteros y 2 corresponden a sacerdotes que siguen en calidad de desaparecidos», señala el reporte.
El listado de los católicos que perdieron la vida en forma violenta de 1990 a 2014 lo conforman un cardenal, 34 sacerdotes, un diácono, tres religiosos, cinco laicos y una periodista católica.
Además, «del 2012 a la fecha se tiene referencia de 520 amenazas, situación que ha incrementado un promedio de 221 por ciento las intimidaciones», asegura el texto.
Señala la alta peligrosidad en que viven los sacerdotes en zonas como el sureste, y particularmente en Guerrero, considerado por el mismo estudio como el estado más peligroso para los religiosos.
«En la región del sureste mexicano la vida de un sacerdote ha sido estipulada a precio de 300 mil pesos», destaca el análisis.
Las cifras incluidas en el reporte no contemplan el reciente secuestro y homicidio del padre Gregorio López en Guerrero, quien fue secuestrado por un comando en Ciudad Altamirano y luego hallado muerto en el municipio de Tlapehuala.
Sólo en los últimos 12 meses, dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Acapulco fueron «levantados» por la delincuencia en Guerrero.
Los datos indican que «México es el país latinoamericano más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal», concluye el informe.