La expansión del VIH es desproporcionadamente más alta entre aquellos grupos de mujeres que sufren mayor desprotección de sus Derechos Humanos (DH), más discriminación social y económica, o que son marginadas por su condición legal, dijeron la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), de la Organización de Estados Americanos (OEA), y el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida).
Ante ello y a fin de apoyar el trabajo de las organizaciones civiles en la promoción de los DH de las personas que viven con VIH, CIM y Onusida publicaron el “Manual para fortalecer el ejercicio de los Derechos Humanos de las mujeres que viven con VIH en América Latina (AL)”.
Con el documento se busca que las y los activistas puedan analizar el progreso de distintos sectores en la promoción de los DH de las latinoamericanas que viven con VIH, e incentivar cambios en el reconocimiento de sus derechos, que comúnmente son “ignorados, invisibilizados y generalmente no forman parte de la agenda de DH en la región”.
Publicado este mes de diciembre, el manual señala que AL se caracteriza por una epidemia de VIH concentrada y de bajo nivel, aunque la proporción de mujeres entre las personas con el virus ha crecido de manera constante en las últimas décadas.
En 2012 las mujeres de 15 años de edad o más representaban el 31 por ciento de las personas con VIH en AL, mientras que en 2001 constituían el 28 por ciento.
CIM y Onusida enfatizaron que aunque todas las mujeres que viven con VIH enfrentan discriminación, comúnmente asociada a las desigualdades de género, también existen entre ellas diferencias vinculadas a su edad, etnia, identidad de género, condición socioeconómica, orientación sexual, residencia urbana/rural, trabajo que realizan, o su condición migratoria.
“Una misma mujer puede enfrentar diversas formas de discriminación y violación de sus derechos debido a sus distintas particularidades”, por ejemplo si es joven, afrodescendiente, indígena, desplazada o refugiada.
Los organismos señalaron que a nivel mundial las jóvenes (de 15 a 24 años) son más vulnerables al VIH, siendo la tasa de infección dos veces más alta que en los jóvenes. Cada hora, 50 mujeres jóvenes contraen el virus, según estimaciones de Onusida.
Por otra parte, la vulnerabilidad de las mujeres indígenas ante el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS) –de acuerdo con el manual– puede estar ligada con dinámicas de la vida familiar, conyugal y de identidad de los hombres que dificultan el uso del condón en las relaciones sexuales.
Por ello, las seis secciones en las que se divide el documento buscan brindar a las organizaciones civiles y a las mujeres con VIH un recurso práctico que les permitan aumentar su conocimiento sobre DH, empoderar a quienes viven con VIH, y apoyar procesos de diseño de políticas públicas, y leyes con enfoque de derechos e igualdad de género.
Una de las secciones del manual describe diversos conceptos, especialmente las diferencias entre sexo y género, la identidad de género, los roles y relaciones de género, enfoque de interseccionalidad, igualdad y equidad de género, y el enfoque de derechos, mientras que en otro apartado se presentan los principios de DH y su aplicación a la situación específica de las mujeres con VIH.
En otra sección se analizan las obligaciones de los Estados, los compromisos con los DH de las mujeres con VIH, y la igualdad de género en tres esferas clave: respeto, protección y realización de derechos. También examina los avances en leyes y políticas nacionales que promueven los derechos de las mujeres en general.
El manual identifica estrategias para asegurar la promoción, defensa y realización de los derechos de las mujeres con VIH, y examina la trayectoria regional de las organizaciones de mujeres que viven con el virus, e incorpora recursos para la acción.
Fuente: Cimacnoticias