París, 10 ene (PL) La violencia se entronizó esta semana en Francia, con la ocurrencia de varios tiroteos que costaron la vida a personas inocentes y que hoy mantienen a muchos en estado de incertidumbre.
Todo se desató la mañana del miércoles 7 de enero cuando dos hombres vestidos de negro y armados con un fusil automático AK-47, irrumpieron al grito de «Alá es grande» en el edificio de la publicación Charlie Hebdo y abrieron fuego antes de huir del lugar, aseguran testigos.
El ataque, calificado desde el primer momento de terrorista por el presidente François Hollande, acabó con la vida de 12 personas.
En las primeras horas del jueves, se produjo otro tiroteo, en esta ocasión en la comuna de Montrouge, al sur de la capital, en el cual una policía perdió la vida.
También varias mezquitas y lugares vinculados a la comunidad musulmana fueron objeto de ataques en diferentes lugares de la nación. Ninguno de estos últimos incidentes causó víctimas ni grandes destrozos materiales.
Otro tiroteo tuvo lugar en horas del mediodía del viernes al este de París, protagonizado por un individuo que entró en un supermercado y tomó a varios rehenes, incluidos mujeres y niños.
La Procuraduría de París confirmó que el autor de esta última agresión fue el mismo que generó el tiroteo del jueves. Además aseguró que tenía vínculos con los hermanos del ataque del miércoles.
El viernes en la tarde, dos operaciones policiales simultáneas en distintos puntos de la capital francesa, lograron neutralizar a los presuntos responsables de los ataques violentos ocurridos aquí.
Los dos sospechosos del ataque del 7 de enero contra la publicación satírica Charlie Hebdo resultaron muertos y su rehén liberado. Se trataba de los hermanos Said y Chérif Kouachi, viejos «conocidos» de la policía francesa, acorde con fuentes policiales.
Casi al unísono, pero en el este de París, un cuerpo de intervención de la Policía, lanzó granadas en el interior del supermercado donde se encontraba el hombre con varios inocentes. Cinco personas murieron: cuatro rehenes y el secuestrador, Amedy Coulibaly.
El presidente Hollande afirmó la víspera que la amenaza terrorista NO ha terminado, al tiempo que llamó a la vigilancia, la unidad y la movilización.
El domingo se realizará en esta capital una gran marcha en honor a las víctimas mortales de los ataques de los últimos días, a la cual Hollande confirmó su participación.