París, 12 ene (PL) Los ataques de la última semana en Francia abren hoy debates como la necesidad de combatir y prevenir el terrorismo, pero también las miradas se dirigen sobre decisiones, muchas veces polémicas, en materia de política exterior gala.
Algunos expertos opinan que los atentados, calificados de barbarie terrorista por el presidente François Hollande, podrían desencadenar un giro del gobierno hacia la derecha y un repunte de la islamofobia en Europa.
Interrogantes al respecto se imponen en un contexto de creciente tensión en esta nación y en el llamado Viejo Continente en torno a temas como el islam o la inmigración.
La consecuencia primera de los atentados que tuvieron lugar la semana pasada en París es la movilización masiva de los ciudadanos de este país para rendir homenaje a las víctimas de estos terribles asesinatos, apuntó Obey Ament, responsable para América Latina del Partido Comunista Francés.
La movilización masiva de los ciudadanos este domingo 11 de enero, en favor de valores progresistas, es un motivo de esperanza, declaró a Prensa Latina.
A juicio de Ament, ha habido algunas tentativas de recuperación de la parte de la extrema derecha que creyó ver en este atentado la ocasión para arreciar sus ataques contra la población inmigrada y contra los franceses de origen extranjero, en particular contra aquellos que son de origen árabe o profesan la religión musulmana.
Por ello habrá que prepararse para combatir las tentativas de la extrema derecha en Francia y en Europa de instrumentalizar esta tragedia, recalcó.
Hasta ahora, señaló el funcionario, la movilización popular en defensa de los valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad ha acallado a estas voces extremistas.
Es un buen momento para debatir y evaluar las opciones que se han tomado en política extranjera, la participación en intervenciones y guerras contribuyendo así al debilitamiento del multilateralismo, a la marginalización de las instancias de prevención de conflictos y que deberían servir para la solución de los problemas, opinó.
La guerra y el intervencionismo solo han empeorado las cosas, dividiendo a los pueblos, exacerbando los extremismos, hiriendo la dignidad de los pueblos humillándolos, subrayó Ament.
También desde otros sectores de la sociedad se encienden las alertas. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT) llamó a impedir que el ataque perpetrado contra la publicación satírica francesa Chalie Hebdo sea utilizado con fines políticos racistas.
Queremos aclarar que en ningún momento vamos a aceptar que este atentado sea utilizado con fines políticos racistas u odiosos por las mismas personas que son en gran parte responsables de una situación social catastrófica, adoptando una política exterior imperialista y de guerra en los cuatro rincones del mundo, precisó.
Dicha actitud, añadió, es empleada para estigmatizar a los musulmanes y a los extranjeros con el fin de librarse de toda culpa y de no reconocer, ante el pueblo, sus actos.
Asimismo, exhortó a todos a unirse al combate antifascista y a expresar su solidaridad con los pueblos y minorías oprimidas del mundo, mediante el combate al capitalismo, el autoritarismo, el obscurantismo, la miseria y la explotación.
El miércoles 7 de enero dos hombres vestidos de negro y armados con un fusil automático AK-47, irrumpieron al grito de «Alá es grande» en el edificio de la publicación Charlie Hebdo y abrieron fuego antes de huir del lugar. El ataque acabó con la vida de 12 personas.
También el jueves y el viernes ocurrieron tiroteos en otras zonas de la capital donde resultaron muertos cinco inocentes.
El viernes en la tarde, dos operaciones policiales simultáneas en dos puntos (uno en la misma ciudad y otro más al noreste), lograron neutralizar a los responsables de los actos.
Algunos medios de prensa se hacen eco de informaciones sobre nuevas amenazas de ataques contra esta nación europea.
Francia es parte de la coalición internacional de 40 naciones, 10 de ellas árabes, liderada por Estados Unidos, que bombardea zonas ocupadas por Estado Islámico, el movimiento armado islamista que controla territorios en Irak y Siria y está implantado en Túnez, Libia y Egipto.
Alertas que se activan tras los recientes ataques en Francia
