¿Quién es Andrés Audiffred? ¿Por qué recordarlo? A pesar de que fue uno de los dibujantes más representativos de la corriente plástica costumbrista de México, Andrés Audiffred es un caricaturista en el olvido.
Nació el 30 de noviembre de 1895, estudió dibujo en el Taller de El Heraldo y pintura en la Escuela al Aire Libre. Su trabajo se publicó en el periódico El Universal, Nueva Era, Zigzag, revista Vea y en Don Timorato.
Pero ¿cuáles fueron sus creaciones? Audiffred retrató el México de la primera mitad del siglo XX: sus personajes, el peladito, el indito, el azul, el mordelón, el tarzán, el cantinflitas, los gachos, las changuitas, las charritas, son una especie de fantasmas, que si bien habitaron los años 20 y 40, del siglo XX, definen a la sociedad actual.
Los vicios, los defectos, las tradiciones y, sobre todo, las costumbres del mexicano, se ven retratadas en la crónica visual y humorística que este dibujante dejó como legado. Un trabajo que se engarza con las reflexiones de los filósofos mexicanistas como Samuel Ramos, en la década de los 30, hasta los escritos de Carlos Monsiváis.
Rafael Barajas “el Fisgón” lo considera el rock star de la prensa nacional en el siglo XX, “es importante rescatar a Audiffred en primer lugar porque es un gran artista, en segundo, porque retrata ese México entrañable. Recordarlo es como rescatar una película de Pedro Infante que no habíamos visto o un disco de José Alfredo que no conocíamos”.
De la mano de los artistas costumbristas como Ernesto García Cabral, Fernando Bolaños y Carlos Mérida, Audiffred fue un ilustrador que documentó a la nación y construyó el puente entre la generación de José Guadalupe Posada y la de Abel Quezada, Eduardo del Río “Rius” y Gabriel Vargas. Fue de los primeros en crear los arquetipos mexicanos del siglo XX.
La Dirección General de Publicaciones del Conaculta publicó el libro ¡Así somos! Andrés Audiffred y su México: caricatura costumbrista del siglo XX, resultado de la exposición que tiene el mismo título y se exhibe en el Museo del Estanquillo. Con textos de “el Fisgón”, esta edición pretende hacer un homenaje a un gran personaje de la caricatura mexicana, pero sobre todo, pretende recordarlo.