Panamá: Confesiones y amenazas de muerte en escándalos

Panamá, 23 ene (PL) Al romper su silencio, el exdirector del Programa de Ayuda Nacional (PAN), Rafael Guardia, dio un vuelco hoy a las investigaciones que en Panamá se siguen contra las presuntas ilegalidades del Gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014).
Temprano en la mañana, Guardia, quien está en prisión preventiva, fue fuertemente escoltado hasta la Fiscalía Primera Anticorrupción, donde desde la víspera rinde sus descargos, después de renunciar al mutismo mantenido desde el pasado 17 de noviembre cuando fue detenido.
Una muestra del carácter mafioso que subyace en el trasfondo de los múltiples escándalos de la anterior administración, es que el detenido recibió en su comida una nota que dice: «tu cabeza tiene precio», según denunció su abogado, Víctor Orobio.
Guardia y su antecesor en el cargo, Giacomo Tamburrelli, son acusados por posibles sobrecostos en contratos de alimentos realizados por el PAN, aunque también desde esta institución se pagaron los sistemas de escucha telefónica utilizados en el denunciado espionaje político.
Otro capítulo de la mayor acción judicial que recuerden los panameños a lo largo de su historia, fue la aparición de nuevas cuentas bancarias relacionadas con la investigación que se le sigue al magistrado separado de la Corte Suprema de Justicia, Alejandro Moncada.
Prensa Latina pudo constatar un mayoritario clamor popular en la sociedad panameña de que la justicia alcance al expresidente Martinelli (2009-2014), a quien muchos consideran la cabeza de las denuncias, aunque dice no conocer nada de lo sucedido.
Al responder en entrevista a Telemetro de cómo era posible que en los supermercados de su propiedad se jacte de que «no se le pierde ni una lata de sardinas», y en su administración se apropiaron de millones, respondió: «al mejor cazador se le va la liebre».
Y previendo de que la justicia le pisa los talones, el exmandatario contrató a un ejército de 15 abogados encabezados por el exministro de Gobierno Alejandro Pérez, e inició ayer una ofensiva legal, con la acusación por calumnia e injuria contra el excontralor Carlos Vallarino.
El imputado habló este viernes en el canal Telemetro y calificó la maniobra de «cortina de humo» para tratar de escapar de la justicia.
Vallarino enfatizó ante las cámaras de televisión de que Panamá estuvo dirigido por una verdadera organización criminal con un capo a la cabeza, porque estamos viendo casos aislados, pero todos esos funcionarios respondían al entonces presidente, dijo.

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