Transportistas franceses llaman a continuar huelga la semana próxima

París, 23 ene (PL) Sindicatos de Transportistas franceses llamaron a continuar la huelga a mediados de la semana próxima a causa de la negativa de las organizaciones patronales a retomar las negociaciones, informaron en un comunicado divulgado hoy.
El secretario de estado encargado del transporte, Alain Vidalies, deploró la actitud de las organizaciones patronales. «En esa rama, los salarios convencionales no han aumentado desde hace dos años y algunas tasas horarias son inferiores al salario mínimo», recalcó.
La contraparte intentó justificar la decisión de no asistir a las conversaciones argumentando que no hay elementos nuevos que permitan retomarlas en las mejores condiciones y esperar la firma de un acuerdo.
Tras dicha situación, varios miembros de los sindicatos se trasladaron hasta las afueras del Palacio de Matignon, sede oficial del primer ministro Manuel Valls, con el fin de solicitar una reunión con el funcionario. Sin embargo, no pudieron concretar un encuentro.
Una de las principales demandas de los transportistas, el incremento salarial del cinco por ciento desde el uno o dos por ciento propuesto por los empleadores, resulta el punto más conflictivo.
También exigen un aumento global del poder de compra de 100 euros por mes a partir de una revalorización del horario mínimo en 10 euros para las remuneraciones más bajas. Abogaron por un décimo tercer mes de salario y mejoras en la protección social.
La movilización comenzó el domingo en la noche, como lo habían anunciado desde diciembre pasado los sindicatos del sector. La misma provocó cientos de kilómetros de atascos en toda Francia.
La huelga, que sorprendió a los organizadores por su amplitud, provocó importantes perturbaciones en varias de las principales carreteras del país. El transporte de mercancías por carretera, la logística y el transporte de viajeros en autobús, entre otros, están entre las ramas que participan.
Desde el primer momento, fuentes sindicales recalcaron que el objetivo no es bloquear a la población, sino presionar a las organizaciones patronales que se reunieron el 20 de enero con el fin de realizar las negociaciones planificadas para cada año.

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