Kiev, 24 ene (PL) El líder de la República Popular de Donetsk (RPD), Alexandr Zajárchenko, afirmó que hoy será día de duelo en este territorio por los civiles muertos en un ataque contra una parada de ómnibus urbano atribuido a diversionistas ucranianos.
Será una jornada de remembranza de las víctimas de los bombardeos del ejército ucraniano, aseguró Zajárchenko respecto a las 15 personas que murieron en el ataque contra un punto de espera de transporte público, lanzado hace dos días presumiblemente por comandos que operan en la retaguardia rebelde.
Iniciaremos un proceso penal contra los implicados en estos hechos, y los familiares de las personas afectadas recibirán compensación material, aseguró el jefe elegido de la RPD.
De acuerdo con la agencia de noticias de Donetsk, el ataque ocurrió en la mañana del jueves en un estacionamiento público en la región de Leninski. Los proyectiles alcanzaron un trolebús y un vehículo particular.
Murieron también civiles estacionados en la parada, cuando se dirigían a los lugares de trabajo.
Testigos aseguraron que el sitio fue ametrallado con cinco ráfagas, al parecer de morteros. Los investigadores presentes en el lugar comentaron, a su vez, que los disparos se realizaron con morteros de 82 milímetros. Se habló también de seis minas móviles.
Observadores de la misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) determinaron que los disparos provenían de la zona noroccidental de Donetsk (territorio controlado por las tropas ucranianas).
Sin embargo, la portavoz del departamento de Estado norteamericano Jen Psaki afirmó este viernes que el informe de la OSCE no es suficiente para determinar cuál de las partes en conflicto es responsable de la tragedia.
Consideramos que la información disponible sobre los disparos con lanzacohetes múltiples o morteros desde el noroeste no permite determinar la culpabilidad de los autores de la matanza, sostuvo la vocera.
Psaki culpó a los milicianos por la ruptura del régimen de silencio (tregua) y responsabilizó a Rusia por la violencia desatada en el sureste tras el golpe de estado del 22 de febrero de 2014 en Kiev.
Fuentes de Naciones Unidas cifran en más de cinco mil las muertes en el conflicto originado por la defenestración del presidente Víktor Yanukóvich, y ya se aproxima a 12 mil la cifra de heridos, mientras que los refugiados en otras zonas o en el extranjero suman un millón 200 mil.
La víspera, la ministra de Finanzas de Ucrania, Natalia Yaresco, declaró que la guerra en el sureste cuesta al país cinco millones de dólares diarios, y constituye la peor crisis humanitaria de esta república exsoviética desde la Segunda Guerra Mundial (1941-1945).
Tenemos registrados 850 mil desplazados internos, concluyó la titular.
Duelo en República rebelde por crimen atribuido a Ucrania
