Celebramos a Gabriel Vargas a 100 años de su nacimiento

A 100 años de su nacimiento recordamos con cariño al “Cronista del siglo XX“: Gabriel Vargas.

Nacido en Tulancingo, Hidalgo, el 5 de febrero de 1915, Don Gabriel Vargas Bernal supo plasmar como muy pocos artistas la realidad de de los barrios de la Ciudad de México y la idiosincrasia de sus habitantes, mediante una herramienta que le permitió conectar con todo el mundo: La Historieta.

Acreedor a múltiples reconocimientos entre los que destacan el Premio Nacional de Periodismo, el Premio Nacional de Ciencias y Artes y su nombramiento como ciudadano distinguido de la CDMX en 2007, fue el gusto del público por las aventuras de “La familia Burrón” (publicada de forma ininterrumpida de 1948 a 2009). Desde 2010 la calle de Regina, en el Centro Histórico, quedó plasmado el mural de ” Tarde de Domingo en el Callejón del Cuajo“, en el que quedaron plasmados Frida Kahlo y Carlos Monsivais junto a los Burrón.

Tal es la importancia de esta obra que los originales se exhiben museos de Europa, además de ser material de consulta en la cátedra sobre la sociedad mexicana que se imparte en la Universidad de la Sorbona, en París.

“A Don Gabriel le debemos la existencia de la pintoresca (pero con mucho caletre) Borola Burrón, flaca como esqueleto de mosco, más fea que una patada en el estómago en ayunas, güereja entrona y a quien le gustaba estar a la moda aunque asustara con tal de atraer las miradas del sexo horrible. Siempre dispuesta a fajarse a los moquetes para sacar los fierros y poder mover el bigote y llenarse la tripa o a sonajearse en la de hueso a quien fuera necesario si se trataba de defender a su zotaco marido o a sus pirrimplines“, escribió el articulista e historietista Jorge Flores Oliver “Blumpi” sobre el trabajo del dibujante cuando éste “cerró los de apipizca para siempre” el 25 de mayo de 2010.

Sobre la icónica feminista Borola Tacuche, personaje insignia de Don Gabriel, “Blumpi” añade “Sin miramientos si había que mandar a calacas a punta de matona a cualquier malora, juzgándose feamente la vidorria a trompones y temida hasta por la tecolotiza. Siempre buscando la manera de convertirse en multichorromillonaria, ya fuera asaltando mercados, cargando canastas, boxeando o tratando de vender “motocuacos”. Todo por conseguir los preciados chipirones”.

Crónista de su tiempo, Don Gabriel supo captar a la perfección hasta el más minimo detalle del paisaje urbano en el que se movía. Lenguaje, costumbres, mañas y manías forman parte solida de su trabajo y nosotros agradecemos que haya dejado testimonio de un México que poco a poco queda en el pasado.

“Lo único que buscaba “era que mis historietas fueran netamente mexicanas. Retomé las actitudes del barrio y de las carpas, eso era lo quería. Traté de reflejar cómo vive el mexicano” comentó Gabriel Vargas durante una entrevista. Hoy a cien años de su nacimiento, el creador de La Familia Burron esta más vivo que nunca y en Capital 21 lo recordamos con cariño.

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