Desafío: Crimen por Omisión

Por Rafael Loret de Mola

*Crimen por Omisión
*Sicarios del Poder
*Verdes Contra Toros

El 5 de junio de 2009, la guardería ABC de Hermosillo –más bien un almacén adaptado para cuidar niños como si fueran residuos humanos-, ardió de manera incontrolable. El origen del fuego se dio en un predio contiguo en el cual volaban los papeles quemados y las cenizas provenientes de documentos “confidenciales” del nefasto gobernador y empresario Eduardo Bours Castelo, principal accionista de Bachoco, la empresa líder en producción y distribución de huevos aunque a algunos miembros de la compañía les falten muchos de éstos en casa. Además, fue evidente las pésimas condiciones del lugar, con aval del Seguro Social y la aprobación respectiva del panista Juan Molinas Horcasitas, todavía en funciones al servicio del PAN bajo el sello de la peor impunidad, privilegiando a un cerrado grupo de parientes de felipe calderón encabezados por la prima de Margarita Zavala –quien insiste en ser candidata o dirigente del PAN pese al rechazo de un amplio sector militante-, Marcia Altagracia Gómez del Campo.
La impunidad abrazó igualmente sobre otros sujetos relacionados con el repelente calderón: Alfonso Escalante Hoeffer, Antonio Salido, Sandra Téllez de Escalante y Gildardo Urquidez Serrano. Los socios de la guardería no han sido siquiera motivos de una indagatoria seria por su negligencia criminal, como tampoco los funcionarios que originaron uno de los mayores dramas de la historia reciente de México con el saldo brutal de 49 niños muertos, cremados si lo decimos brutalmente, y 76 más heridos. Todos los señalados están en la calle –es decir fuera de las cárceles porque en cuanto a recursos pecuniarios les sobran para no tener que dormir en algún callejón tan oscuro como sus conciencias-, y siguen “blindados” por jueces obtusos quienes han seguido las consignas superiores mientras se construyen sus propias mansiones… que debieran estar pintadas con el rojo sangre siquiera para recordar.
Un priísta y un panista como puentes entre los gobiernos federal y estatal de Sonora en las vísperas de los comicios de 2009 que, como repercusión de la propaganda mediática de Guillermo Padrés Elías, también panista como el entonces director del IMSS bajo el régimen de la violencia, el de calderón –el actual ya es el de la barbarie-, quien no tuvo rubor alguno cuando incriminó al gobernador sin mencionar las ramificaciones de los accionistas con quien fungía como presidente de la República sin la menor legitimidad y abusando de una ciudadanía resistente y manipulable por su ausencia de vitalidad para poner límites a los usurpadores del poder. Sí, es difícil, pero no imposible; no quiero pensar que lo sea porque entonces bajaríamos la guardia y con ella toda posibilidad de esperanza. Por allí están y nadie aplica siquiera sobre ellos la menor sanción moral. Doy algunas sugerencias:
1.- NO consumir productos de Bachoco para poner contra la pared al nefasto empresario-político Bours Castelo. Sería una manera de demostrar que, en ausencia de justicia, la ciudadanía tiene capacidad para derrotar a los perversos.
2.- Asegurarse de que el ex presidente calderón y sus esbirros, como Molinar Horcasitas, sean llevados a juicio por sus múltiples nexos con quienes no guardaron las mínimas condiciones de seguridad para su gran “negocio” con guarderías montadas sin precaución alguna y sólo con el fin de acumular riqueza. Los citados socios son dueños de la mayor parte de las mismas en Sonora. Francamente sería indecoroso que calderón compareciese sólo a requerimiento de una amoral secuestradora, Florence Cassez, cuya nacionalidad francesa parecen haberla convertido en modelo contemporánea para esculpir una moderna estatua de la libertad con la antorcha de la justicia obviamente apagada y el rostro rebosante de las cicatrices del alma.
3.- Convocar, de nuevo, a un juicio público solicitando a los abogados de los infames socios a que comparezcan, ahora en la plancha cementera del Zócalo, siempre rebosante de industriales de la protesta y pocas veces convergencia de las emergencias sociales y de los reclamos serios de justicia.
Sin este antecedente importantísimo, que nos rasgó el alma por la impotencia y la amarga sensación de estar indefensos frente a los grandes predadores del poder, no será factible llegar al fondo de las indagatorias sobre la más reciente de las tragedias: el incendio del Hospital Materno-Infantil de Cuajimalpa con el agravante de una explosión provocada por una “pipa” en mal estado de la Compañía de Gas Exprés Nieto –un apellido, solicitando el perdón de los ajenos que lo llevan, que ya resulta especialmente molesto-, cuyos antecedentes son deplorables y con una larga lista de “accidentes” mortales basados sea en la impericia de los conductores o en los vehículos sin adecuado mantenimiento. Sencillamente, hablamos en este caso como en el anterior citado y en muchos más, de negligencia criminal.
Sólo en materia de fugas serias la empresa, muy bien amparada, ha tenido 688 fugas en los últimos nueve meses cuatro de ellas en escuelas rebosantes de escolapios menores. Pero, claro está, su principal accionista, Sergio Nieto del Río, no ha sufrido disgusto alguno por los frecuentes accidentes de esta compañía acreditada en Querétaro. Sergio, formado como todo junior, pasa su tiempo en la hípica, disfrutando de su cuadra de equinos y destacando como jinete entre la cerrada aristocracia queretana de pipa y guante. Seguramente, al momento de la explosión, las siete y quince de la mañana del pasado jueves 29 de enero, el personaje dormía plácidamente sobre almohadas con plumas de ganso y edredones de fina manufactura mientras los bebés, muertos o rescatados con serias lesiones, no podían siquiera gritar o llorar anestesiados por el mismo dolor.
Este México de desigualdades extremas es el que está a punto de reventar sin que lo observen así los vividores del presupuesto, lo miembros de la burocracia dorada que incluye a los líderes venales de sindicatos rendidos al poder a costa de negociaciones soterradas y ruines y los altos funcionarios de paso quienes hacen fortunas a costa de concesiones y complicidades extremas. Fíjense ustedes en esta breve lista de miembros de la alta clase política que son socios de algunas de las empresas saqueadoras de nuestro petróleo:
–“Los exdirectores de Pemex y exsecretarios de Energía como Jesús Reyes Heroles y Luis Ramírez Corzo, Georgina Kessel, Juan José Suárez Coppel, así como Pedro Aspe Armella, aparecen en informes del mercado energético como “nuevos agentes financieros” y “jugadores clave” en la “apertura” del sector a la inversión extranjera.” –de acuerdo a la investigación del periódico “Oro Negro”, de Villahermosa destinado a los petroleros-.
Los acuerdos soterrados, unidos a la insensibilidad social y ajenos al concepto de soberanía, masacrando los intereses generales, son los que canalizan las fuentes del mal y la devastación en el sacrificado territorio nacional. Y, mientras tanto, seguimos buscando “desaparecidos” –más de nueve mil en el periodo peñista, no sólo los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa-, y recibiendo versiones del procurador general, el hidalguense jesús morío –no murillo- karam, listas para encabezar las futuras relatorías de los embustes mayores de la clase política triunfante. ¿Vamos a seguir soportando, pasivamente, que se nos denigre hasta este punto?
No sé ustedes, amigos lectores, pero este columnista está seguro de que no seguirá viendo pasar cadáveres mientras permanecen en el poder los victimarios, todos los fósiles conocidos –algunos de ellos ya enfermos pero resistentes y aún con memoria-, y sus nuevos reclutas alrededor de un presidente sin rumbo que, cuando menos, no corrió esta última vez a China o a Australia o quizá a Siberia, sino que muy bien resguardado, y en helicóptero, viajó desde Los Pinos hasta Cuajimalpa con su dama, la gaviota de las alas doradas y las casas blancas, con ostensivos lentes oscuros como si llevara un gran pesar. Actriz, en fin, con enormes recursos histriónicos.
Debate
Los sicarios infames que perpetuaron el crimen contra Carlos Loret de Mola Mediz, mi padre, jamás han pisado las prisiones ni han sido siquiera exhibidos porque los expedientes relativos al amargo episodio están cerrados desde 1986 cuando los lacayos de miguel de la madrid, sobre todo manuel bartlett, el cobarde hijo de otro cobarde –su progenitor huyó de Villahermosa, dejando el gobierno de Tabasco y vestido de mujer, azuzado por un grupillo de estudiantes-, optaron por imponer el silencio y el miedo a los mercenarios de las letras impresas quienes, de hecho, me dejaron solo ante la brutal afrenta.
1.- Antonio Nogueda Carvajal, en esos días en condición de Director de Averiguaciones Previas de Guerrero –gobernada entonces por Alejandro Cervantes Delgado, quien formaba el grupo de “las comadres” con Francisco Ruiz Massieu y otros más-, fue el encargado de alterar la escena del crimen, en el mismo “Filo Mayor”, una barranca de más de trescientos muertos que él, socarrón, me invitó a descender con las “mismas cuerdas” –así lo dijo- que habían servido para rescatar el cuerpo de Don Carlos y el de su acompañante. El sujeto luego fue acusado por el asesinato de uno de los líderes del Partido Socialista de los Trabajadores, José Ramón García, y huyo a las serranías en donde se escondió durante años hasta que fue “rehabilitado” por el ex gobernador Zeferino Torreblanca, nominado por el PRD por cierto y tampoco juzgado por sus múltiples desvíos, para fungir como abogado a su servicio.
Así actúa la miserable clase política.
2.- René Peláez, el presunto autor material, fue usado por la extinta Dirección Federal de Seguridad, antecedente de la Comisión bajo el mando del titular de Gobernación, como delegado en Yucatán durante el mandato del ya extinto cacique Víctor Cervera pacheco, sin duda, reo del Xibalbá de los mayas.
No he parado de mencionarlos; y lo hago de nuevo, a veintinueve años del asesinato del yucateco de mayor calado en la segunda mitad del siglo anterior. ¡Cobardes, asesinos!
La Anécdota
Hace unos días, en Tlaxcala, el Coloquio de Cultura y Periodismo Taurino, convocó a un gran número de personas que llenaron el Teatro Xicontécatl hasta el tercer piso. Hablamos de los detractores de la fiesta de toros y de los “antis” que pretenden infamar a los aficionados este espectáculo que llamó Lorca, “la fiesta más culta del mundo”. Los verdecitos, al amparo de la propaganda apoyada por los anglosajones quienes veneran a sus mascotas, en cautiverio lacerante, al tiempo que se solazan con la proyección de holocaustos humanos, pretenden salirse con la suya para luego de promover la prohibición de los circos con animales –privando a la niñez del contacto con la fauna domesticada-, irse encima de las corridas de toros. Les dije al gran auditorio:
–Bastaría que cualquiera se asomara al campo bravo de Tlaxcala para observar que no hay nadie más amante de los toros que un ganadero; y lo mismo puede decirse de los toreros y los aficionados. Nadie se solaza con el sufrimiento del animal como estúpidamente se sostiene; se rinde culto a la bravura y se admira a los hermosos ejemplares. Pero nunca nos atreveríamos a proponer colocar al toro por encima del torero, a la bestia un peldaño más arriba al del que ocupa el hombre.
Y creo que fue suficiente.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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LA LUCHA CONSTANTE POR LA DIGNIDAD DE LOS SERES HUMANOS DEBE INICIAR SUPERANDO LA CURSILERÍA DE SUGERIR QUE ESTÁN A LA PAR CON LOS ANIMALES EN CUESTIONES DE DERECHOS Y LEYES. SÓLO FALTA QUE SE NOS NIEGUEN LAS PROTEÍNAS PROVENIENTES DE LOS MISMOS ALEGANDO LA PRESERVACIÓN DE LAS ESPECIES PERO SIN ENTENDER, POR EJEMPLO, CUÁL ES EL DESTINO DE CADA UNA DE ELLAS PARA EL EQUILIBRIO EN EL CICLO DE LA NATURALEZA. MAL NOS IRÁ SI LO ALTERAMOS.

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