Alemania rechaza solución militar para conflicto ucraniano

Berlín, 7 feb (PL) La canciller federal alemana, Angela Merkel, rechazó hoy una solución militar para el conflicto en el sureste de Ucrania, donde hace un año se instaló un gobierno ultraderechista, tras un golpe de estado, manos de neofascistas.
Al hablar en la conferencia de seguridad en Munich, Merkel, quien negoció anoche en Moscú un acuerdo sobre la crisis ucraniana con el presidente ruso, Vladimir Putin, y el francés, Francois Hollande, descartó la posibilidad de enviar armamentos al gobierno de Kiev.
«Estoy totalmente convencida de que el conflicto no puede ser resuelto a través de medios militares. Por esta razón hemos decidido concentrarnos en una solución diplomática», apuntó.
Hollande y Merkel, luego de un encuentro en Kiev con el presidente millonario ucraniano, Piotr Poroshenko, analizaron con Putin un esbozo de arreglo pacífico para el diferendo en la región hullera del Donbass.
El progreso necesario para poner fin a la crisis en Ucrania de ninguna forma puede lograrse con más armas, declaró la dirigente germana, en clara alusión a las gestiones de Estados Unidos para suministrar pertrechos directamente a Kiev.
Al intervenir en la 51 edición del referido foro, Merkel reconoció que la decisión de imponer sanciones unilaterales a Rusia tuvo carácter trasatlántico (Estados Unidos y la Unión Europea).
Por su lado, Putin aclaró que su país en ningún momento se dispone a combatir contra nadie y más bien busca cooperar con todos, en referencia a la reunión de la mencionada troika en Moscú que mañana tiene una segunda ronda en esa urbe.
El mandatario ruso subrayó que las restricciones aplicadas por Occidente obligan a Moscú a buscar una mayor independencia económica y alertó que tales medidas, aunque provocan daños, no pueden ser eficaces contra una nación como la suya.
Contrario al espíritu de búsqueda de paz defendido por Berlín, París y Moscú, el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, destacó en Munich el derecho de Ucrania a defenderse de una supuesta amenaza rusa.
El Kremlin rechazó en varias ocasiones las acusaciones de Kiev, carentes de pruebas concretas, sobre supuestos envíos de tropas y equipos blindados a combatir a las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, que realizaron referendos de soberanía en marzo de 2014.
La visita de Kerry a Kiev coincidió con un debate en el Congreso norteamericano para autorizar la venta directa de armas a Ucrania por unos 300 millones de dólares, pese a que esa república exsoviética esta al borde de la bancarrota.

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