Levantan, golpean y torturan a estudiantes de la BUAP

Los alumnos fueron víctimas de agresiones en dos ocasiones por parte de decenas de personas en el Zócalo de Puebla, mientras realizaban una huelga de hambre por no recibir apoyo para poder dar capacitación en las aulas de la universidad.

“Van a desaparecer como los normalistas”, dijeron a estudiantes secuestrados y golpeados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que realizaban una huelga de hambre en elZócalo de la ciudad.

Los jóvenes del Colectivo Universitario para la Educación Popular ( CUEP), denunciaron haber sido levantados, agredidos y torturados la madrugada del domingo y abandonados en un paraje baldío a las afueras de esta ciudad.

De acuerdo a la revista Proceso, la petición de los estudiantes era que la rectoría les permita usar las aulas e instalaciones a fin de impartir cursos propedéuticos gratuitos para el examen de admisión a la universidad, después de tres días de protesta.

Cinco de los ocho jóvenes aparecieron públicamente casi 24 horas después de la agresión, justo cuando los integrantes del Colectivo Universitario para la Educación Popular (CUEP) ofrecían una rueda de prensa en el Paseo Bravo para denunciar el desalojo del que fueron víctimas por parte de presuntos grupos porriles custodiados por policías estatales y municipales.

Con hematomas visibles, manchas de sangre en sus ropas y aún bajo crisis nerviosas, dos muchachos y tres jovencitas narraron que el grupo de choque que los agredió, además de golpearlos con bates, varillas, tubos, macanas y desarmadores, los mantuvo secuestrados durante al menos una hora y media bajo la amenaza de que los desaparecerían, informó el semanario.

En la rueda de prensa, los jóvenes explicaron que fueron reprimidos en dos ocasiones, la primera cuando un grupo de unos 30 sujetos se llevó a ocho de los participantes en la protesta y la segunda minutos después, cuando los estudiantes trataron de recuperar las pertenencias que guardaban en el campamento.

Esmeralda Manzano, de 17 años de edad, denunció que cuando estaba en el interior de una de las casas de campaña, recibió un golpe en la cabeza que la descalabró. Mostró la herida que debió ser cerrada con ocho puntadas.

Posteriormente llegaron otros 25 sujetos encapuchados que lanzaron una “bomba de humo” y después golpearon y persiguieron a los 23 estudiantes, entre hombres y mujeres, que a esa hora se encontraban en el Zócalo.

Fidel Sánchez, de la Facultad de Economía, uno de los jóvenes que estaba en huelga de hambre, relató que fue despertado por los golpes. Aunque en ese momento levantaron las manos y dijeron estar dispuestos a retirarse, aseguró que los sujetos no dejaron de agredirlos.

En medio de agresiones verbales y empujones, indicó, fue llevado hasta una camioneta negra cerrada sin logotipos y con vidrios polarizados que estaba estacionada en la calle 2 Sur. “Empecé a gritar mi nombre y a decir que me estaban llevando por si alguien no me había visto”, recordó.

Los estudiantes se quejaron de que al lado de esa camioneta estaban policías que no los ayudaron.

“Nos íbamos asfixiando, no podíamos respirar y encima esos malditos caminaban arriba de nosotros, nos golpeaban con palos y nos torturaban con desarmadores, nos amenazaban de muerte, que nos iba a pasar lo mismo que a los de Ayotzi”, dijo mientras se quejaba de dolores en todo el cuerpo.

Los jóvenes siguieron caminando hasta encontrarse con personas que los ayudaron, les dieron primeros auxilios, proporcionaron ropa, dieron de comer y les prestaron celulares para que pudieran comunicarse.

La segunda embestida ocurrió unos minutos después de la primera agresión, cuando los estudiantes que se libraron de ser “levantados” regresaron al campamento para ver si estaban aún en el lugar sus pertenencias, mochilas, casas de campaña y equipo de sonido.

Apenas inspeccionaban el lugar cuando regresaron 10 sujetos encapuchados que se distinguían porque además de tubos, palos y varillas, también traían machetes.

“Empezamos a correr y debo agradecer a los meseros de los portales y a los taxistas que nos defendieron, incluso a algunos meseros los tiraron y les empezaron a dar de varillazos, a los taxistas les rompieron los vidrios, les decían que no se metieran, que no era con ellos”, relató un estudiante que se identificó como Miguel Ángel.

La BUAP condenó la agresión contra estudiantes por parte de un grupo de choque:

“La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla condena enérgicamente la agresión a los estudiantes producida en la madrugada de este domingo. La BUAP descalifica las versiones de que fueron “porros” de la rectoría de la universidad los que provocaron estos lamentables incidentes”, refiere la institución en un comunicado.

Los alumnos responden sobre las “supuestas cuatro semanas” que menciona la universidad, no hay tales compromisos con los compañeros del CUEP ni han brindado espacios físicos para impartir los cursos gratuitos. La prueba, argumentan, es que no hay comunicación oficial al respecto.

Fuente: ANICM

Deja tu comentario