Hace 98 años se promulgó la Constitución de 1917. Quizás en aquel entonces quienes presenciaron el hecho sentían orgullo e ilusión. Hoy, a casi 100 años de distancia, los sentimientos han cambiado.
El día de hoy salen a la luz pública la Convención Ciudadana popular y la Constituyente Ciudadana Popular, como dos arroyos de un miso río que es el gran pueblo mexicano en busca de darle una salida pacífica, popular y ciudadana a la crisis y avanzar en la refundación de México, comentó Omar García, normalista de Ayotzinapa.
Aproximadamente a las 10:30 de la mañana en el Centro Universitario Cultural fue la presentación formal de la Constituyente Ciudadana, una propuesta para refundar la nación y el Estado Mexicanos.
El ambiente del lugar era grisáceo y a la vez, luminoso; una paradoja a la vista, quizá por el hartazgo colectivo y la esperanza de que este movimiento llegué a buen puerto.
«Es lo que esperamos, que desde el pueblo surta verdaderamente una constitución que cambie las cosas», comentó Alberto Ventura, que pertenece a la Organización Campesina Magisterial,
Para Alfonso Anaya, integrante del Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con América latina, desde que hicieron el primer taller el cinco de julio del año pasado, no ha dejado de llegar gente, «porque consideran que es un espacio principalmente para la ciudadanía a donde nos desligamos de los partidos políticos y de los políticos profesionales que han demostrado ser incoherentes ante a necesidades de democracia, justicia, de una apertura donde la ciudadanía podamos tener un papel protagónico, este país tiene la estatura suficiente para que hombres y mujeres nos demos un nuevo marco constitucional».
La constituyente fue convocada por el obispo de Torreón Raúl Vera, y esta mañana lo acompañaron figuras como Javier Sicilia, El padre Solalinde, Lydia Cacho, Omar García, normalista de Ayotzinapa y dos padres de sus compañeros; así como otros representantes de organizaciones civiles y sindicales.
Al presentar a los asistentes, había muchos aplausos que parecían fabricados, pero cuando Omar García apareció el aplauso para él y sus compañeros desparecidos se convirtió en una armoniosa fuerza incandescente.
En total asistieron 800 personas, número inesperado para los organizadores. Y pese al entusiasmo, algunos de ellos no sabían lo que pasaba, como Francisco Javier López de la Federación Independiente de Obreros y Campesinos, quien sólo acompañó a la asociación a la que pertenece.
«Hace falta que se sume más gente, que se haga difusión de los trabajos que se han venido realizando», agregó el estudiante Miguel Ángel Ramírez.
Después de la presentación, los organizadores tiene previsto para el 21 de marzo hacer un encuentro para discutir la realidad política de México y el 2 de mayo hacer la Primera Asamblea Nacional del Comité para la Refundación Nacional.