El deterioro económico ya afecta la capacidad de pago de las familias, lo que ha provocado un notable aumento en la cartera vencida de la banca, en especial del crédito al consumo relacionado con los gastos de los hogares, que terminó 2014 en 27 mil 300 millones de pesos, monto similar al de antes de la crisis financiera de 2008.
Según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a inicios de 2007 la morosidad del financiamiento al consumo sumaba apenas 17 mil millones de pesos; sin embargo, conforme se acercó el estallido financiero, subió paulatinamente hasta llegar a 27 mil 800 millones.