Diputados franceses examinan moción contra recurso constitucional

París, 19 feb (PL) La Asamblea Nacional francesa somete hoy a votación una moción de censura presentada tras la decisión del gobierno de impedir el examen, por ese ente legislativo, de un cuestionado proyecto económico.
Uno de sus aspectos más controvertidos es la ampliación de cinco a 12 del número de domingos laborales al año en el país para favorecer a los grandes centros comerciales y otros establecimientos.
De esa forma, se pondría fin a una conquista histórica de los trabajadores: la semana laboral de 35 horas.
El primer ministro, Manuel Valls, decidió acogerse al artículo 49.3 de la Constitución ante la dificultad para alcanzar una mayoría de votos, cuando todo apuntaba a que, incluso diputados por el gubernamental Partido Socialista (PS) se opondrían al llamado proyecto de ley Macron.
El mismo le da la facultad de aprobar un texto de ley sin necesidad de tener la anuncia de la Asamblea. En este caso se trata de la mencionada iniciativa, conocida informalmente de esa manera, en referencia al nombre del ministro de Economía, Emmanuel Macron.
Tras el anuncio realizado el pasado martes, las críticas se dispararon. La conservadora Unión Movimiento Popular, de Nicolás Sarkozy, presentó la moción de censura que será debatida este jueves.
Si no se hubiera presentado dicha moción, el texto se hubiera convertido en ley en su primera lectura ante la Asamblea, sin requerir la aprobación de la mayoría de los parlamentarios.
Empero, los análisis apuntan a que existen pocas posibilidades reales de que la censura prospere teniendo en cuenta que el PS tiene la mayoría en la cámara baja del Parlamento.
De no progresar, y tras su paso por el Senado, el proyecto volvería a ser examinado en la Asamblea, que en este país tiene la última palabra en materia legislativa.
Si contrario a la mayoría de los pronósticos, la proposición fuera adoptada, el gobierno tendría que presentar su dimisión.
La última vez que un Gobierno galo recurrió a ese recurso fue en 2006, cuando el entonces primer ministro Dominique de Villepin lo usó para sacar adelante su proyecto de ley de igualdad de oportunidades y su polémico contrato laboral para los jóvenes.
El propio presidente François Hollande era uno de los críticos de ese atajo constitucional, cuando estaba al frente del PS.
Más allá del desenlace del capítulo Macron, cuanto se desprende de su periplo ha puesto de relieve evidentes divergencias en el gubernamental PS, las cuales podrían tener un significativo costo político para el actual Ejecutivo.

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