Ban Ki-moon y canciller ucraniano conversan sobre misión de paz

Naciones Unidas, 20 feb (PL) El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el canciller de Ucrania, Pavlo Klimkin, conversaron hoy sobre la posibilidad del envío de una fuerza de paz al convulso país, sumido en un sangriento conflicto desde el año pasado.
Según una nota de prensa circulada aquí, en el diálogo telefónico Ban manifestó al ministro de Exteriores su apoyo a cualquier decisión que tome al respecto el Consejo de Seguridad, órgano encargado de activar los cascos azules.
En los últimos días han ganado protagonismo los comentarios sobre la eventual fuerza, luego del llamado del presidente Petro Poroshenko a activar una misión de policías de la Unión Europea en la suroriental región del Donbass, donde una tensa tregua domina tras intensos combates entre el Gobierno y los rebeldes.
La iniciativa genera diversas opiniones en círculos políticos y de prensa, desde el criterio de que Poroshenko teme a un derrocamiento por los partidarios de la guerra interna hasta un posible respaldo de los federalistas, en aras de garantizar la estabilidad y la ayuda humanitaria en la zona.
Casi seis mil personas han perdido la vida y más de un millón y medio quedaron desplazadas en el sureste ucraniano desde abril de 2014, en sucesos posteriores al golpe de Estado de febrero, que llevó a comicios presidenciales y a la declaración de independencia de Donetsk y Luhansk, en rechazo a la postura radical y anti-rusa de las nuevas autoridades.
Las partes en conflicto acordaron hace unos días el alto el fuego -en vigor desde el 15 de febrero- y la retirada de las armas pasadas, tras largas negociaciones en Minsk apoyadas por Rusia, Alemania y Francia.
Sin embargo, las tensiones acumuladas, las presiones externas y las diferencias en el lado del Gobierno y sus aliados sugieren una peligrosa fragilidad del cese de hostilidades.
El mes pasado, el ejército reanudó los bombardeos contra el Donbass, desatando una escalada de los enfrentamientos y las víctimas civiles, por las cuales los actores de la crisis se culparon mutuamente.
Para los rebeldes, los sectores gubernamentales no quieren la paz, denuncia respaldada por Rusia, que advierte sobre la intención de occidente de utilizar a Ucrania como punta de lanza en su contra.

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