Naciones Unidas, 23 feb (PL) Las violaciones de los derechos humanos de naturaleza sectaria y el deterioro del Estado de Derecho marcan la situación en Iraq, según un reporte de Naciones Unidas divulgado hoy.
El informe fue elaborado por la Misión de Asistencia a ese país del Medio Oriente y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, texto que refleja abusos y crímenes cometidos tanto por el Estado Islámico (EI) y otros grupos armados como por las fuerzas de seguridad y sus aliados.
En el período analizado, entre el 11 de septiembre y el 10 de diciembre de 2014, los yihadistas continuaron de manera sistemática y diseminada los asesinatos de civiles, secuestros, violaciones sexuales, esclavitud, tráfico de mujeres y niños, reclutamientos de menores para combatir, destrucción de sitios religiosos y saqueos.
Turcos, árabes chiitas, yezidis, cristianos, kurdos, sabaeans, shabaks y otras comunidades étnicas y religiosas constituyeron víctimas intencionales de los extremistas sunitas en los territorios bajo su control, en el norte, oeste y centro iraquíes.
De acuerdo con Naciones Unidas, el EI ejecutó además a efectivos del ejército y a personas sospechosas de tener algún vínculo con el Gobierno.
Los takfiristas (fundamentalistas sunitas) escogieron como blancos particulares de sus actos atroces a supuestos desleales a su doctrina, religiosos, líderes tribales y comunitarios, políticos, periodistas, médicos y mujeres.
Asimismo, siguieron la práctica de someter a seres humanos a las llamadas cortes, en territorios bajo su dominio, donde al menos ejecutaron a 165 de ellos, precisa el reporte circulado aquí.
La ONU advierte que muchas de las violaciones del EI pudieran considerarse crímenes de guerra y contra la humanidad, sin descartar el genocidio.
Respecto a las fuerzas de seguridad iraquíes, la pesquisa les atribuye violaciones como la no observancia de los principios de la distinción y la proporcionalidad en la conducción de operaciones militares.
Grupos armados que reclaman su afiliación o apoyo al Gobierno también cometieron en los tres meses analizados asesinatos -incluyendo de yihadistas capturados-, secuestros de civiles y otros abusos.
Según el informe divulgado hoy, entre el 1 de enero y el 10 de diciembre pasados, al menos 11 mil 602 civiles fueron ultimados en Iraq y 21 mil 766 resultaron heridos, la mayoría a partir de junio, cuando los yihadistas comenzaron una ofensiva para ampliar su presencia desde la occidental gobernación de Anbar a otras zonas del país petrolero.
El representante de Naciones Unidas en Iraq, Nickolay Mladenov, señaló que las cifras reflejadas en el documento deben considerarse «absolutamente mínimas», debido a las dificultades para recopilarlas y comprobarlas.