Buenos Aires, 23 feb (PL) El jefe de Gabinete de Argentina, Jorge Capitanich, denunció hoy que una parte del Poder Judicial promueve actitudes desestabilizadoras y funciona como el poder invisible de los grandes grupos económicos concentrados.
En rueda de prensa en la Casa Rosada, Capitanich estimó que este será un año de fuertes debates de cara a las elecciones generales de octubre próximo.
Y en ellos -consideró- se esclarecerá los objetivos de los proyectos en pugna, como el «del comportamiento de determinados grupos internos del Poder Judicial que se expresan como grupos facciosos con intereses corporativos que promueven actitudes desestabilizadoras».
«Se trata, como dijo la Presidenta (Cristina Fernández), del partido judicial, de neto corte opositor con conductas que han merecido el repudio del pueblo argentino», insistió el jefe de ministros.
Por eso, reclamó que «los partidos políticos deben expresarse de manera muy clara porque Argentina se encuentra frente a una contradicción de carácter estructural: democracia o corporaciones».
En ese sentido advirtió que «los partidos políticos o frentes electorales de signo opositor pretenden ser gerentes de los intereses corporativos en Argentina y nosotros pretendemos ejercer estrictamente la representación de la voluntad popular», manifestó Capitanich para deslindar posturas.
A su juicio, se observa en este contexto «el poder invisible de los grande grupos económicos que se da a través de la corporación judicial y grupos mediáticos concentrados que pretenden distorsionar el funcionamiento de la democracia».
Con la estrategia que despliegan -alertó- «buscan afectar los niveles de credibilidad pública, a fin de reducir la confianza en las instituciones para poner gerentes en defensa de los suyos.
«En realidad, lo que pretenden es fulminar toda la estrategia de inclusión social, de mayor equidad distributiva y de reconstrucción de la matriz productiva que impulsa este gobierno», agregó el jefe de Gabinete.
Es bueno que el pueblo argentino adquiera conciencia sobre los dos proyectos en pugna, estimó y avizoró que «el debate va a ser intenso y con un gran condimento pasional».
Por su parte, el secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, censuró al fiscal Gerardo Pollicita por rehuir la invitación a que explicara ante el Congreso la denuncia contra la Presidenta y el canciller Héctor Timerman y las pruebas que la apuntalan.
«No tiene asidero el planteo del fiscal Pollicita para no ir al Congreso», adonde debía acudir este lunes pero se negó.
Dura crítica de la Casa Rosada a una porción del Poder Judicial
