Londres, 23 feb (PL) El director del colegio de Bethnal, Mark Keary, contradijo hoy declaraciones del primer ministro David Cameron sobre la responsabilidad de la entidad en la radicalización islámica de tres estudiantes y la preparación vía Internet de un viaje a Siria.
Supuestamente, de acuerdo con las informaciones emitidas hasta el momento, la salida de las adolescentes Kadiza Sultana, Shamina Begum y Amira Abase tenía como objetivo unirse al movimiento radical sunita Estado Islámico (EI) en el Estado levantino.
Por su parte, Keary aseguró que en su colegio los alumnos no pueden acceder a Twitter o Facebook desde sus ordenadores.
Sin embargo, hace unos días Cameron insistió en que la escuela era responsable de supervisar las comunicaciones on line de sus estudiantes, con el supuesto objetivo de evitar hechos como estos.
De acuerdo con la cadena pública de radio y televisión BBC, Begur y Abase, ambas de 15 años, y Sultana, de 16, volaron desde Londres hacia Turquía el martes pasado.
Según el citado medio, agentes de la policía del Reino Unido se encuentran ahora en la nación turca para continuar la búsqueda de las jóvenes.
Cometarios de la prensa internacional indican que el gobierno británico no sabe ya cuál justificación aludir ante la ineficacia de sus agencias de seguridad para frenar la salida de menores de edad con el propósito de unirse al EI.
Todo ello, añaden los medios de comunicación, resulta contraproducente si se toma en cuenta un incremento acelerado en los últimos meses de la retórica antiterrorista y contra el EI de Londres, principalmente desde el gobierno conservador de Cameron.
Un abogado de las tres adolescentes desea conocer cómo fue posible autorizar un viaje a Turquía desde el aeropuerto de Gatwick, sin la compañía de sus progenitores.
Los padres de Aqsa Mahmood, de 20 años y quien se trasladó a Siria en 2013, indicaron que la seguridad británica deberá responder a muchas preguntas por su incompetencia.
Pese a la vigilancia impuesta sobre los intercambio de Aqsa en las redes sociales, ésta pudo contactar a las referidas estudiantes, lo cual, en opinión de Keary, no ocurrió desde las computadoras de su institución.
Debido a ello, el jefe del Ejecutivo aprovechó para pedir a aerolíneas y compañías de Internet una mayor colaboración con el Gobierno para evitar que jóvenes radicalizados viajen a Medio Oriente para unirse a grupos yihadistas.
Las compañías tienen que estar a la altura de su responsabilidad social, eliminar contenido yihadista y mejorar la cooperación con las autoridades sobre comunicaciones entre extremistas y menores vulnerables a la radicalización, agregó.
Sin embargo, el rastreo desmedido es criticado también, tanto por la oposición laborista como por la opinión pública nacional, al señalar que se corre el riesgo de violar principios de privacidad.
Toda esta situación, de acuerdo con la prensa, pone en tensión a un país y a sus fuerzas políticas a punto de celebrarse las elecciones generales el 7 de mayo.
El Reino Unido participa junto a Estados Unidos en una coalición internacional para combatir al EI, aunque el Parlamento solo autorizó operaciones contra ese grupo en Iraq, donde opera desde el pasado año.
Potencias occidentales aportaron en su momento dinero y municiones a grupos armados opositores en Siria, incluido el EI, con el fin de derrocar al legítimo presidente Bashar Al Assad y solo atacaron a esa formación cuando incursionó en Iraq.
Refutan idea de Cameron sobre rol de escuelas en radicalismo islámico
