Washington, 26 feb (PL) El presidente estadounidense Barack Obama prometió reformar el sistema de inmigración y usar el veto ante cualquier decisión del Congreso que amenace sus medidas a favor de las personas indocumentadas, como pretende condicionar hoy la mayoría republicana.
Durante un debate el miércoles, en la Universidad Internacional de la Florida, televisado por las cadenas MSNBC y Telemundo, el mandatario rechazó la decisión del juez de distrito de Texas, Andrew Hanen, quien el pasado día 16 decidió congelar las órdenes del gobernante, destinadas a posponer la deportación de unos 4,5 millones de residentes sin papeles.
Adicionalmente, culpó a los líderes republicanos en ambas cámaras del Capitolio por querer supeditar la aprobación del presupuesto para el departamento de Seguridad Nacional (DHS), de unos 40 mil millones de dólares, con la anulación de las medidas del Ejecutivo.
El gobernante se mostró confiado de que ambas cuestiones se solucionarán.
En el frente judicial, recordó que la Casa Blanca ya interpuso una demanda contra el dictamen del magistrado Hanen, el cual espera ganar cuando el recurso se abra paso hacia los tribunales superiores, incluso en la Corte Suprema de Justicia.
Respecto al presupuesto del DHS, señaló que mantener los fondos rehenes perjudica la seguridad nacional, mientras exhortó a los legisladores a discutir la aprobación de una reforma migratoria integral.
La víspera por la tarde, el Senado aprobó por mayoría de 98 votos contra dos, debatir un proyecto «limpio» de las disposiciones introducidas en la Cámara de Representantes con el objetivo de anular las medidas migratorias de Obama.
El apoyo bipartidista se produjo luego de que el líder de la mayoría republicana en la Cámara alta, Mitch McConnell, acordó eliminar las enmiendas para revertir el programa que difiere la deportación de inmigrantes menores de edad (conocido en inglés como DACA) y una acción anunciada en noviembre que reconoce estatus legal a adultos indocumentados.
Durante su intervención, el mandatario advirtió sobre la evolución de la demografía a nivel nacional y la posibilidad de que para 2030, el voto latino pueda duplicarse.
Las políticas migratorias tendrán que cambiar, porque en algún momento tendremos un presidente de apellido Rodríguez o Chen. Somos una nación de inmigrantes, y en última instancia, nuestras políticas deben reflejar lo que somos, dijo Obama entre aplausos de la audiencia.
Aunque el jefe de la Casa Blanca prometió «recurrir a todas las vías legales» para mejorar el sistema migratorio en sus últimos dos años de mandato, recordó que tales acciones resultan temporales y que el Congreso debe aprobar un proyecto de ley para proporcionar un estatus legal permanente a los inmigrantes indocumentados.
Antes de su fugaz paso por Miami, Obama se reunió en Washington con líderes comunitarios hispanos y asiáticos para discutir sus próximos pasos en materia migratoria.
Obama promete cambiar sistema migratorio pese a amenazas republicanas
