Washington, 1 mar (PL) El secretario de Estado, John Kerry, relajó hoy tensiones con Israel al afirmar que el primer ministro Benjamin Netanyahu es «bienvenido a hablar» en Estados Unidos durante una sesión conjunta del Congreso programada para el martes.
Durante el programa de ABC «This Week», Kerry sostuvo que su país tiene ahora mismo relaciones más estrechas con Israel en términos de seguridad que nunca antes.
Las declaraciones del funcionario se inscriben en el contexto de la controversia generada luego de que Netanyahu aceptara la invitación del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, para hablar en el Capitolio y exponer sus criterios -divergentes con los de la administración- sobre las negociaciones en curso sobre el programa nuclear de Irán.
Finales de marzo sería la fecha límite para alcanzar un acuerdo marco en relación entre Teherán y el G5+1 (las naciones miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania).
El objetivo de los republicanos sería torpedear las gestiones del presidente Barack Obama, quien ha advertido que vetará cualquier propuesta legislativa para imponer nuevas sanciones a Irán y puedan comprometer las conversaciones.
Kerry -quien la víspera conversó por teléfono con Netanyahu acerca de las pláticas con Teherán- sostuvo que debe otorgarse el «beneficio de la duda» a las gestiones diplomáticas, encaminadas a «obtener un buen acuerdo para el futuro».
Asimismo, el diplomático subrayó que Estados Unidos e Israel tienen en este caso un objetivo común: evitar que Irán -que defiende su derecho a utilizar esa tecnología con fines pacíficos- desarrolle un arma nuclear.
Según Kerry, su gobierno no desea que la intervención de Netanyahu ante el Congreso se convierta en herramienta política de división entre Washington y Tel Aviv.
De cualquier manera, catalogó como «extraño, si no único» el hecho de que Boehner no incluyera a la Casa Blanca en el proceso para traer a esta capital al gobernante israelí.
Recientemente, Susan Rice -consejera de la administración para temas de seguridad nacional- consideró que este asunto ha «inyectado un grado de partidismo» a las relaciones con Israel, lo que calificó no solo de desafortunado sino también de destructivo para el tejido de los nexos bilaterales.
Tanto el Ejecutivo como legisladores demócratas -unas dos docenas de ellos pudieran ausentarse de la sesión de este 3 de marzo- acusaron a los republicanos de saltarse el protocolo.
Por su lado, Obama anunció que no se verá con Netanyahu, alegando que las elecciones en Israel están demasiado próximas y que no es costumbre recibir líderes extranjeros envueltos en comicios inminentes.
Tampoco el vicepresidente, Joseph Biden, escuchará el discurso de Netanyahu debido a que estará de viaje en el exterior.
Según una encuesta publicada por NBC News y el diario Wall Street Journal, el 48 por ciento de los estadounidenses opina que los republicanos no debieron invitar al gobernante israelí, mientras un 30 por ciento cree que ese paso fue correcto.