Riad, 1 mar (PL) El presidente de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, partió hoy de esta capital tras coincidir con el rey Salman bin Abdulaziz en la necesidad de consolidar las relaciones bilaterales, en particular el reforzamiento de la lucha antiterrorista.
Al-Sisi, quien fue recibido personalmente por el monarca wahabita en el aeropuerto internacional Rey Khalid de Riad, abogó por promover los lazos bilaterales, además de discutir la complicada situación en Yemen y las amenazas del extremismo islamista para Medio Oriente.
El jefe de Estado insistió en la necesidad de establecer una Fuerza Árabe Conjunta cuya misión -aclaró- «no sea para atacar, sino para defender la seguridad de nuestros países».
Fuentes oficiales destacaron que la visita del mandatario africano al reino, la segunda en poco más de un mes, sirvió también para abordar los preparativos de la cumbre económica prevista para próximos días con el objetivo de estimular negocios e inversiones en la economía egipcia.
Al-Sisi viajó a esta capital a finales de enero para presentar personalmente las condolencias a Salman y las demás autoridades sauditas por el fallecimiento del rey Abdulah bin Abdulaziz.
En esta ocasión, su visita oficial la hizo acompañado del ministro de Relaciones Exteriores, Sameh Shoukri; el jefe de la Inteligencia General, Khalid Fawzi; el director de la oficina presidencial, mayor general Abbas Kamel, y su portavoz oficial, Alaa Yusuf.
«La relación entre Egipto y Arabia Saudita, y entre Egipto y sus hermanos del golfo (Pérsico), ha sido fuerte y estable por años», subrayó Al-Sisi en declaraciones al canal regional Al-Arabiya.
El comentario se interpretó como una confirmación de los buenos vínculos con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) tras el roce diplomático de su país con Qatar por una incursión aérea en Libia en represalia por el reciente asesinato de 21 cristianos coptos por el Estado Islámico (EI).
De hecho, el antiguo jefe de la Jurisdicción Militar Taha Sayed Taha destacó que el reino saudita ha sido siempre el primero en calmar la situación entre El Cairo y Doha, con reiterados altibajos por los vínculos del segundo con la Hermandad Musulmana (HM) y el depuesto presidente Mohamed Morsi.
Arabia Saudita, que tras el derrocamiento de Morsi en 2013 revitalizó su apoyo financiero, moral y político a Egipto, clasificó a la HM como organización terrorista en marzo del año pasado.
Ante especulaciones de periodistas, el jefe de Estado egipcio definió como «mera coincidencia» su presencia aquí en visita oficial a la par de la que efectúa el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.