Santiago de Chile, 1 mar (PL) Sebastián Dávalos y su esposa Natalia Compagnon, hijo y nuera de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, anunciaron hoy la renuncia a la militancia del Partido Socialista (PS).
La dimisión del hijo mayor de la mandataria y de su compañera sentimental es consecuencia de un negocio inmobiliario realizado por la compañía Caval, propiedad en un 50 por ciento de Compagnon, y en la cual laboró Dávalos.
El tema adquirió ribetes de escándalo a raíz de acusaciones de los partidos de oposición de la derecha, que señalaron tráfico de influencias. Dávalos se vio obligado a renunciar de su cargo de consejero Sociocultural del Palacio de La Moneda.
La dirección del PS, que encabeza Osvaldo Andrade, confirmó la salida de Dávalos y Compagnon de la organización política, que deberá ratificar el tribunal supremo del partido, que por su parte abrió una investigación del asunto.
De acuerdo con las pesquisas en curso, la firma Caval consiguió un préstamo del Banco de Chile por 6.500 millones de pesos (unos 10,4 millones de dólares) para la adquisición de unos terrenos en la región de O’Higgins.
La operación bancaria se concretó en diciembre de 2013 justo al ganar Bachelet la contienda electoral. Caval decidió meses más tarde vender los terrenos con un margen de ganancias de 4,8 millones de dólares.
Ante el aparente conflicto de intereses que trastornó las vacaciones de la jefa de Estado, el tema lejos de ser zanjado dejó puertas abiertas a la oposición, golpeada por escándalos de financiamientos ilegales de campañas políticas.
Una oportunidad que aprovecha la Unión Demócrata Independiente y su aliado Renovación Nacional, para dañar la imagen del Palacio de La Moneda.
Tocada muy de cerca por una delicada situación familiar, la presidenta Bachelet, adoptó una postura vertical al pedir a sus colaboradores nuevas fórmulas para regular la política.
Conozco mi prioridad como presidenta y es mi propósito seguir trabajando a favor de una nación más justa y equitativa (…) es mi deber enfrentar cualquier hecho que atente contra ese objetivo, señalo con firmeza Bachelet el pasado lunes.