Guatemala, 2 mar (PL) El gobierno de Estados Unidos y los de El Salvador, Guatemala y Honduras intentan frenar el flujo migratorio hacia el país del norte, según expresaron varios altos funcionarios en un encuentro presidencial desarrollada en esta capital.
El mandatario guatemalteco, Otto Pérez Molina, señaló que la emigración de 68 mil 500 menores el año pasado hacia Estados Unidos generó una crisis sin precedentes, a partir de lo cual se llevaron a cabo reuniones para aplicar el denominado plan Alianza para la Prosperidad.
Pérez Molina afirmó que se trata de un programa de Estado y no de Gobierno, apoyado por Washington, para trabajar en las comunidades de los tres países del Triángulo del Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras).
De muy productiva calificó el mandatario guatemalteco la reunión bilateral que sostuvo esta tarde con el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, y el posterior encuentro de éste con los tres mandatarios de la región.
En esa cita participaron también la subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, Vannesa Rubio, y el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno.
El gobernante salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, expresó que su gobierno ha trabajado para incrementar las inversiones públicas y privadas, así como crear empleos dignos que le permitan a los trabajadores cubrir sus necesidades básicas.
«Nuestra principal apuesta es por el desarrollo del capital humano», manifestó Sánchez Cerén, quien remarcó que uno de los principales compromisos de su administración es lograr la equidad social y la inclusión.
El jefe de Estado hondureño, Juan Orlando Hernández, consideró que invertir en Centroamérica es hacerlo también en Estados Unidos.
Según dijo, los dirigentes estadounidenses y de Centroamérica han reconocido la parte de responsabilidad que tienen en el problema del narcotráfico en el itsmo.
Respecto al alto índice de violencia en su país, Hernández indicó que en poco más de un año han bajado la tasa de criminalidad de 87 asesinatos por cada 100 mil habitantes a 66.
Biden expuso que el mencionado plan es un documento bien detallado y que para su elaboración contó con la ayuda del presidente del BID y los mandatarios de los tres países referidos.
«De una vez y por todas hay que eliminar el clima de violencia y la pobreza endémica en Centroamérica», exhortó el vicepresidente de Estados Unidos.
Moreno estimó que la alianza representa una oportunidad para que Guatemala, El Salvador y Honduras logren economías con crecimientos sostenidos que se distribuyan de manera equitativa, y para alcanzar sociedades justas y estados transparentes.
Aparte de la pobreza, la corrupción es un flagelo que atenta contra el desarrollo de El Salvador, Guatemala y Honduras, países insertados en la región considerada más violenta del mundo sin guerra, de acuerdo con la ONU.