Londres, 2 mar (PL) La madre del británico Mohammed Emwazi, conocido hasta ahora como John, aseguró hoy reconocer su voz cuando le oyó en uno de los vídeos en los cuales participó supuestamente como verdugo en decapitaciones de rehenes del Estado Islámico.
De acuerdo con la cadena pública de radio y televisión BBC, los padres de Emwazi, residentes en Kuwait, aseguraron a las autoridades de ese país que el último contacto con su hijo fue en 2013, cuando él los llamó desde Turquía para informales sobre su viaje a Siria para realizar labores humanitarias.
Por su parte, el Departamento de Educación del Reino Unido anunció que investigará profundamente las escuelas en las cuales pudieran propiciarse presuntos enlaces con alumnos trasladados hacia el Estado levantino.
La Academia Quintin Kynaston, en el noroeste de Londres, donde Emwazi, de 26 años, fue estudiante, es una de las prioridades dentro de la pesquisa, junto con otras seis escuelas, precisó la BBC.
No obstante, los directivos de la institución niegan que el joven haya iniciado allí su proceso de radicalización.
El citado medio destaca que, debido a las críticas a servicios de seguridad, sobre todo, los británicos, por su conocimiento acerca de las actividades de «John» antes de partir a Siria, los funcionarios de inteligencia en Kuwait decidieron aclarar que el yihadista era un residente ilegal en ese territorio mientras vivió allí, en 2010.
En cambio, achacaron buena parte de responsabilidad por lo ocurrido con Emwazi a sus progenitores, quienes, en su opinión, conocían la personalidad, intenciones y movimientos del joven.
Sin embargo, el padre de Emwazi señaló que el muchacho sólo era un musulmán devoto desde una edad temprana, lo cual no tenía por qué derivar necesariamente en las acciones posteriores que se le achacan ni en su radicalización y adhesión al Estado Islámico (EI).
Aunque Emwazi nació en Kuwait en agosto de 1988, su familia se trasladó luego a Londres, alrededor de 1991, y los padres del extremista ahora residen nuevamente en territorio kuwaití, aunque no poseen esa ciudadanía.
Comentarios de especialistas difundidos en medios de comunicación no sólo cuestionan en los últimos días la efectividad de los servicios de inteligencia del Reino Unido, sino que alertan también sobre el equilibrio a la hora de tomar medidas de seguridad en un contexto de creciente tensión.
Según los analistas, el panorama actual puede servir para justificar determinadas acciones como la intervención en conflictos armados en el exterior, la proliferación de corrientes xenófobas o la implementación de medidas que violen los derechos de las personas.
Tanto Emwazi, de 26 años, como muchos jóvenes y adolescentes británicos son reportados con frecuencia como yihadistas radicales a quienes primero se les somete en el país a rigurosos seguimientos, en ocasiones desesperante, y luego son influidos por otros extremistas con el fin de adherirse a las milicias del EI.