Las autoridades son omisas en la prevención y atención a los casos de desapariciones de niñas y adolescentes en México, pese a que las denuncias son cada vez más frecuentes y existen numerosos llamados a la acción por parte de organismos internacionales y la sociedad civil.
Como parte del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) demandó al Estado mexicano tomar medidas urgentes frente a las desapariciones de niñas y mujeres adolescentes, y registrar las denuncias de manera adecuada para conocer la magnitud del problema.
Lo anterior ante el hecho de que actualmente no existe una estrategia nacional, para combatir este flagelo de forma coordinada y con resultados inmediatos.
En un comunicado, la Red recordó que al menos desde 2009 –año en el que arrancó la campaña “Las niñas también cuentan”– ha denunciado la invisibilidad en la que viven las niñas y adolescentes mexicanas, y que recientemente el Comité contra la Desaparición forzada de la ONU determinó que las desapariciones “se han generalizado en el país”, especialmente entre grupos vulnerables.
Abundó que en México no existe un mecanismo accesible de información pública para concentrar los reportes sobre niñas, niños y adolescentes desaparecidos en todo el país.
A pesar de la existencia de la Alerta Amber, cada entidad federativa publica de manera individual sus bases de datos, “lo cual evidencia la desarticulación y los vacíos en la información”, señaló la Redim.
A ello se suma que no existe una política de abordaje psicosocial para las familias víctimas de una desaparición, “mucho menos un enfoque específico de trabajo con niñas, niños y adolescentes, a pesar de que así lo establece la Ley General de Victimas, la cual sigue siendo inoperante”, agregó la organización civil.
Por lo que la Red de nuevo reclamó al gobierno mexicano contar con un registro nacional de personas desaparecidas, con información desagregada por edad, género, entidad y causa de la desaparición. Así como homologar la Alerta Amber en todas las entidades federativas, y generar mecanismos de evaluación sobre su efectividad.
También exigió brindar apoyo humanitario (educación, transporte, salud y alimentación) a las familias de personas desaparecidas, con el objeto de que niñas, niños y adolescentes afectados por este fenómeno no tengan que suplir el rol de su familiar desaparecido en el sustento del hogar.
Igualmente, la Redim convocó a diseñar e implementar sistemas de búsqueda inmediata y programas de acompañamiento social que contemplen las particularidades de cada caso, y tipificar debidamente el delito de “desaparición forzada” en todos los estados, así como a nivel federal.
De acuerdo con las cifras difundidas por la Red, la violencia que enfrentan las menores de edad mexicanas se ha incrementado considerablemente, pues de 2005 a 2012 el número de muertes por homicidio en niñas de 15 a 17 años aumentó más del doble, pasando de 70 a 195
En 2012 el número de niñas de 0 a 17 años fallecidas por presunto homicidio fue de 372, la cifra más grande de homicidios en los últimos 10 años, lo que representa una tasa de mortalidad de 1.9 muertes por cada 100 mil habitantes.