Washington, 17 mar (PL) Legisladores republicanos cuestionaron hoy duramente al nuevo director del Servicio Secreto estadounidense, Joseph Clancy, por las múltiples fallas, malas prácticas y escándalos en que se ha visto envuelta la entidad responsable de la seguridad presidencial.
Clancy, quien asumió el cargo el mes pasado, acudió este martes a su primera audiencia ante un Comité de la Cámara de Representantes.
El funcionario reconoció la existencia de problemas de alcoholismo en la fuerza élite, tras el más reciente episodio que involucró a dos agentes ebrios, quienes estrellaron un auto contra una barrera de seguridad el 4 de marzo, detalló el diario digital The Hill.
Hay elementos en nuestra agencia que enfrentan el estrés volcándose hacia el alcohol y que provocan grandes daños al resto del personal, intentó justificar.
El director del Servicio Secreto reconoció que se enteró del incidente cinco días después y gracias a un correo electrónico anónimo, en lugar de los reportes tradicionales.
Por ello ordenó una investigación, aunque todavía no ha decidido la expulsión de los involucrados, quienes se mantienen haciendo trabajo de oficina, precisó la publicación centrada en asuntos del órgano legislativo.
Los miembros del comité cuestionaron duramente al funcionario de 68 años y lo increparon por no actuar con suficiente dureza ante el incidente.
Usted tiene el mando sobre una fuerza de seguridad armada. Es una enorme responsabilidad, aseveró el presidente del comité, John Carter.
No queremos que nadie resulte herido, ya sea el Presidente, el Papa, alguien en la ONU o quien sea, agregó Carter, quien calificó de un cáncer la falta de disciplina en la institución.
Clancy aseguró que para solucionar tales deficiencias debe primero ganarse la confianza de sus subordinados y garantizó que el Presidente y su familia están seguros.
En los últimos meses han trascendido grietas en la seguridad, presencia de intrusos en los alrededores de la Casa Blanca, fallas en los sistemas de alarma, uso inadecuado de la técnica canina y hasta escándalos de agentes con prostitutas durante viajes del mandatario al exterior.
El pasado 16 de septiembre un hombre armado y con antecedentes penales viajó junto al jefe de la Casa Blanca en un ascensor, sin ser detectado por sus guardaespaldas, durante una visita del gobernante al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en la ciudad de Atlanta, estado de Georgia.
Otro incidente ocurrió el 19 de septiembre, cuando el ciudadano Omar González, de 42 años, un excombatiente de la guerra en Iraq con trastornos mentales, irrumpió en la mansión ejecutiva armado de un cuchillo y pasó por varios salones sin que los encargados de la vigilancia pudieran impedirlo.