Por Irma Gallo Lo que ha estado pasando en México es, aparte de la vida de todo el mundo en México, que si vives aquí no puedes evitar prestar atención. Es una historia esencial en su vida, día a día.
(N22)Una buena historia no sólo trasmite información; está reporteada de tal modo que un lector no sólo aprende algo, sino que también siente algo. Y esa historia tiene una mejor oportunidad de permanecer adentro de alguien, comentó el periodista David Finkel.
Ganador del Premio Pulitzer en 2006, el reportero y editor de The Washington Post, es también conocido por sus libros periodísticos sobre la guerra de Irak: Los buenos soldados y Gracias por su servicio. Sobre el oficio de contar historias que impacten al mayor número de audiencias, conversamos con él en Monterrey.
La guerra en México y las que ha peleado Estados Unidos
Lo que ha estado pasando en México es, aparte de la vida de todo el mundo en México, que si vives aquí no puedes evitar prestar atención. Es una historia esencial en su vida, día a día.
En Estados Unidos, en las guerras de Irak y Afganistán, también en las guerras anteriores pero especialmente con estas dos, han sido muy muy lejos. No son guerras en el interior del país, son guerras que se han peleado por soldados profesionales, voluntarios, en estos países tan distantes. Y no muchas familias norteamericanas se han involucrado directamente con estas guerras.
Reportear en Irak
Es difícil atraer la atención de la gente con la historia de una guerra que es antipopular, muy lejana e ignorada durante mucho tiempo. Así que el intento en Thank you for your service, que es un libro sobre qué sucede cuando peleaste una guerra y regresas a casa, es contar una historia de una manera tan personal, que se sienta tan personal, que la gente se sienta involucrada y preste atención.
En vez de ignorar algo porque está muy lejos, ahora lo que está pasando es una versión de lo que está sucediendo en México. Es una cosa personal. Está en la puerta de al lado. Está aquí, está presente.
El papel del periodista en la cobertura de un conflicto
Lo primero que hay que hacer es decir la verdad y ser honestos. Y no traer agenda. No quiero que esto suene como una lección pero son las bases del periodismo. Tu trabajo como periodista no es hacer juicios, sino explicar las cosas de una manera que ayuden a la gente a entender.
Así que si se trata de la complicada, dramática, horrenda historia en México o la historia de estas guerras y después de guerras en Estados Unidos, el punto del periodista es llegar tan cerca como él o ella pueda, ser un testigo, observar y escribirlo de tal manera que, número uno: sea honesto, sea verdadero, y número dos: construya entendimiento en el lector.