Hingis vislumbra nuevos títulos en horizonte tenístico

Por Adrián Mengana Martínez

La Habana (PL).- El tenis depurado de la suiza de origen eslovaco Martina Hingis, exnúmero uno del mundo, atisba nuevos títulos en el horizonte del circuito profesional, ahora en la modalidad de dobles.
Hingis, retirada del deporte activo en el 2007, regresó a las canchas en el 2014 y desde entonces ha conquistado cinco coronas en la especialidad de binomios, entre ellos el mixto del Abierto de Australia-2015.
A sus 34 años, levantó el cetro del primer Grand Slam de la temporada junto al indio Leander Paes, de 41, después de imponerse en la final por 6-4 y 6-3 al dúo formado por la francesa Kristina Mladenovic y el canadiense Daniel Nestor.
También ganó en el 2014 las coronas del Masters 1000 de Miami, acompañada por la alemana Sabine Lisicki, los torneos de Wuhan y Moscú, donde jugó con la italiana Flavia Pennetta, y el de Brisbane, respaldada por la germana.
«Ni siquiera en mis sueños más locos me habría podido imaginar ganar un título en Australia otra vez, 20 años después de mi debut aquí», dijo la expuntera del ranking universal, quien debutó en el circuito profesional en el Open de Zurich-1994 para abandonar definitivamente el colegio.
Los últimos éxitos de la suiza en el Open australiano databan de 2002 en la misma especialidad con la rusa Anna Kournikova y de 2006 con el indio Mahesh Bhupathi. Además alcanzó su corona 16 en un «major», cinco en individuales, nueve en dobles y dos en mixto.
Hingis logró el cetro del primer «major» de la campaña en 1996, con 16 años, tres meses y 26 días, para romper barreras en el mundo del tenis, al convertirse en la jugadora más joven de la historia de este deporte en ganar un Grand Slam en la modalidad de individuales.
Sin embargo, luego de acumular 12 finales en los torneos grandes de 1997 y 2002, y golpeada por lesiones crónicas y graves dolencias en los ligamentos de los pies, la europea cortó de raíz su carrera al perder la final del Abierto de Estados Unidos ante la estadounidense Jennifer Capriati, quien le remontara cuatro bolas de partido.
Imbuida durante años por el éxito y los compromisos publicitarios, la exlíder de la clasificación mundial se recluyó en su gran afición: los caballos e inició un retiro espiritual para cuidar de sus animales, estudiar idiomas (habla inglés, francés, alemán, checo y eslovaco) y jugar al tenis sin ánimos competitivos.
En el 2006 retornó al circuito e ilusionó a todos al ganar tres títulos en individuales (Tokío, Roma y Calcuta), y llegó a los cuartos de final del Roland Garros y Open de Australia, donde consiguió la corona de los dobles mixtos, con Bhupati. Ese regreso sería reconocido con el premio Laureus, a la mejor reaparición del año.
Una campaña después, el 1 de noviembre de 2007 la consternación recorrió al llamado deporte blanco ante el anuncio de su retirada tras ser acusada de dar positivo por cocaína en un control antidopaje.
Hingis, nacida en la ciudad eslovaca de Kosice el 30 de septiembre de 1980, negó la acusación y puso el asunto en manos de los abogados, pero cuando los juristas le advirtieron de que el proceso podría prolongarse hasta por dos años, la helvética tomó la decisión del colgar la raqueta.
El nombre de la suiza no volvería a saltar a la palestra hasta el 2011, cuando su compatriota Roger Federer coqueteó con la posibilidad de disputar junto a ella los dobles mixtos en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, algo que no se produciría.
Sin embargo, en 2014 la inspiración por el tenis al más alto nivel la llevó de nuevo a las pistas y aparada por sus títulos a soñar con la Copa Federación y la Olimpiada de Río-2016.
«Por ahora no me planteo jugar torneos del WTA Tour en cuadros individuales… aunque sí es posible que acceda a la Copa Federación, con Suiza. Lo estamos hablando y forma parte de un proceso por el que quiero dejar las puertas abiertas para participar en los Juegos de Río, en 2016. Es un gran objetivo…», reconoció la helvética.
Además hizo alusión a la estadounidense Serena Williams, actual número uno del mundo, de quien adelantó podría quebrar el récord de 22 títulos de Grand Slam de la alemana Steffi Graf.
Frente a Serena hay jugadoras buenísimas, que incluso lo hacen mejor a los 33 años. Ella tiene muchas armas pero el servicio es determinante. Saca muy potente, por supuesto. Pero además, pone el saque donde quiere y eso la salva cuando hay situaciones complicadas y frustrantes, aseveró.

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