Palacio de Versalles: Deliciosa combinación de cultura e historia

Por Masiel Fernández Bolaños*

París (PL) El Palacio de Versalles es uno de los más conocidos a nivel mundial, por su imponente arquitectura, sus interminables jardines y por constituir una parte importante de la historia de Francia.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde hace décadas, es uno de los lugares más visitados de la nación gala, con unos tres millones de personas al año. La visita al complejo combina historia y cultura, además de poder disfrutar de la naturaleza paseando por los jardines.
Constituye una de las más hermosas realizaciones del arte francés en el siglo XVII. El antiguo pabellón de caza de Luis XIII fue transformado y ampliado por su hijo Luis XIV, que instaló en él la Corte y del gobierno de Francia en 1682.
Desde entonces y hasta la llegada de la Revolución Francesa, diferentes monarcas se fueron sucediendo en el trono y continuaron embelleciendo el Palacio.
En 1661 se iniciaron las obras para la creación de los Jardines de Versalles, que no se verían finalizadas hasta cuarenta años después.
La construcción de los jardines fue un duro trabajo, ya que el terreno estaba ocupado por bosques y pantanos, por lo que se necesitó la participación de miles de hombres que se ocuparon de transportar tierra y todo tipo de árboles.
En 1789 el palacio dejó de funcionar como sede oficial del poder y posteriormente se convirtió en el Museo de la Historia de Francia.
Los especialistas señalan la existencia de varias hipótesis con relación al verdadero motivo para que Luis XIV quisiese alejar la corte de París.
Uno pudiera ser porque allí podía vivir sin que el pueblo pudiera apreciar sus veleidades eróticas.
Se contempla como una razón de más peso el hecho de que gobernaba sin ministros, declaró: «el Estado soy yo». Dictaba sus órdenes en Versalles y nadie se daba cuenta de sus decisiones hasta que estaban ejecutadas.
También pudiera haber influido una razón económica y de imagen: quiso tener a su lado a la nobleza pero manteniendo el lujo de su corte alejado de las miradas del pueblo.
MUSEOS QUE ENCANTAN
Los museos del palacio de Versalles fueron creados en 1837 por Camille Bachasson, conde de Montalivet. Son conocidos como «Museo de la historia de Francia».
Constituyen, con sus 18 mil metros cuadrados el museo de historia más grande del mundo. Contiene una colección de cuadros reunidos o encargados por el rey Luis Felipe y están organizados por series históricas.
Actualmente, el museo de la historia de Francia está situado en las alas, mientras que la parte central (a excepción del piso bajo), los Grandes Departamentos, las estancias privadas y los departamentos de la familia real han sido restaurados y pueden verse tal como eran cuando estaban ocupados por los reyes.
La conservación de Versalles es costosa, especialmente en lo que concierne a sus inmensos tejados, pero el turismo, así como los donativos, completan la subvención del Estado para su mantenimiento.
El Palacio cuenta con 700 estancias, dos mil 513 ventanas, 352 chimeneas, 67 escaleras, 483 espejos (repartidos en la Gran Galería, Salón de la Guerra y Salón de la Paz). La superficie total es de 67 mil 121 metros cuadrados de los cuales 50 mil están abiertos al público.
El parque abarca 800 hectáreas de bosque y dos de jardines, con varios paseos y decenas de estatuas.
Entre los estanques, los más grandes son el Gran Canal, y el estanque de los suizos.
PALACIO Y JARDINES
Durante la visita al Palacio de Versalles es posible recorrer infinidad de estancias con una gran riqueza artística entre las que destacan la enorme capilla y los Grandes Aposentos del Rey y la Reina, que poseen gran cantidad de elementos decorativos.
También goza de especial importancia la Galería de los Espejos, una impresionante galería de 73 metros de longitud que posee 375 espejos. Se trata de una de las estancias más importantes del palacio, ya que fue el lugar en el que en 1919 se pondría fin a la Primera Guerra Mundial con la firma del tratado de Versalles.
Los impresionantes Jardines de Versalles cuentan con una extensión de más de 800 hectáreas a lo largo de las cuales se extienden plantas y todo tipo de árboles, además de gran cantidad de estatuas de mármol, estanques y fuentes.
Algunos de los puntos más importantes del jardín son el Gran Trianón, un pequeño palacio de mármol rosa, o el Dominio de María Antonieta, lugar en el que la esposa de Luis XVI disfrutaba de una vida sencilla y campestre.
En 1661, Luis XIV encargó a André Le Nôtre la creación y el acondicionamiento de los jardines de Versalles que, en su opinión, eran tan importantes como el Palacio. Los trabajos se inician al mismo tiempo que los del Palacio y demoraron unos 40 años. Para acondicionarlos se necesitaron enormes carretadas de tierra. Esta se transportaba en carretillas y los árboles se traían en carro de todas las provincias francesas. Miles de hombres, a veces regimientos enteros, participaron en este ambicioso proyecto.
*Corresponsal de Prensa Latina en Francia

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