Vaticano reconoce intentos por denigrar la figura de monseñor Romero

Roma, 23 mar (PL) La Santa Sede reconoció la existencia en el pasado de una campaña para denigrar al salvadoreño monseñor Oscar Arnulfo Romero, lo cual obstaculizó su proceso de canonización, previsto para el próximo 23 de mayo, según precisó hoy Radio Vaticano.
De acuerdo con un reporte publicado por el citado medio, Romero, quien fue asesinado en San Salvador por un francotirador contratado por la ultraderecha cuando oficiaba misa el 24 de marzo de 1980, recibió cometarios adversos de la cúpula religiosa tanto en los últimos años de su vida como después de muerto.
Algunos miembros influyentes de la Curia Romana, según reseña Radio Vaticano, le calificaban de desequilibrado o títere manipulado por curas de la teología de la liberación que le escribían sus encendidos sermones contra la oligarquía, las injusticias sociales y la represión en su país, El Salvador.
Dichas intrigas y presiones frenaron, como refiere la prensa, el proceso de canonización del religioso, quien será finalmente beatificado dentro de dos meses, 19 años después de abrirse oficialmente el proceso para evaluar su causa.
En ese sentido, el arzobispo italiano Vincenzo Paglia, actual presidente del Consejo Pontificio de la Familia y postulador de la beatificación de monseñor Romero, reconoció en febrero pasado las numerosas trabas que el asunto sufrió, según indica la web oficial de Radio Vaticano en un material publicado.
Es el papa Francisco quien más influyó en la decisión definitiva de beatificarle, al considerarle como un modelo para América Latina, sentenció Paglia.
Algunos llegaron a considerar, incluso, que una posición a favor de beatificar al prelado centroamericano sería instrumentalizada teológicamente por parte de la izquierda latinoamericana, agregó.
Por otra parte, monseñor Jesús Delgado, exsecretario personal de Romero, comentó recientemente que ninguno de los papas anteriores, sea Juan Pablo o Benedicto XVI, podían comprender, como el actual Sumo Pontífice, la situación vivida en Latinoamérica durante las décadas de 1970 y 1980. De ahí que, aunque Juan Pablo estaba convencido del sacrificio de Romero, para Francisco el cura salvadoreño, sus acciones y el contexto de represión de las dictaduras de la época tenían mayor cercanía, añadió Delgado.
Comentarios de medios internacionales apuntan que, en efecto, la beatificación de Romero, tras ser proclamado un mártir por su fe y sin necesidad de probar un milagro, resulta coherente con la línea del actual papado, con base en la lucha por la justicia social proclamada por Jorge Mario Bergoglio al asumir el cargo como jefe de Estado del Vaticano.

Deja tu comentario