Washington, 24 mar (PL) El presidente estadounidense, Barack Obama, volvió hoy sobre sus pasos y confirmó que mantendrá en Afganistán los casi 10 mil soldados que allí se encuentran, contrario al plan de reducción a la mitad previsto para fines de este año.
Tras un encuentro en la Oficina Oval, donde recibió a su par afgano, Ashraf Ghani, Obama informó que permanecerán desplegados en la convulsa nación asiática los nueve mil 800 soldados estadounidenses.
El calendario inicial preveía reducir el número de efectivos a la mitad al finalizar 2015, para luego rebajarlo a solo unos mil militares al concluir 2016, con el fin de garantizar la seguridad de la embajada estadounidense en Kabul.
Uno de los objetivos de la visita de Ghani era precisamente lograr al menos que la presencia del contingente militar se extendiera por un periodo mayor al previsto, debido al auge del grupo fundamentalista Estado Islámico y el reclutamiento de combatientes en aquel país.
Afganistán sigue siendo un lugar muy peligroso, argumentó el presidente norteamericano al referirse a los atentados suicidas contra civiles que padece el pueblo del país asiático.
Sostuvo que la demora en la retirada de las tropas obedece a la petición hecha por Gani, si bien remarcó que la fecha de la retirada total «no cambiará».
La víspera, Ghani conversó con el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, quien aseguró que la administración demócrata facilitará unos 800 millones de dólares para una «alianza de desarrollo», enfocada en «incentivar y medir las actividades de reforma y desarrollo lideradas por los afganos».
Por su parte, el jefe del Departamento de Defensa, Ashton Carter, prometió que pedirá fondos al Congreso «para sostener a los 352 mil integrantes de las fuerzas de seguridad afganas al menos hasta 2017».
A la vuelta de 13 años, desde la invasión ordenada por el entonces presidente George W. Bush (2001-2009), el pueblo afgano ha contabilizado cientos de miles de muertos y heridos civiles, víctimas de la autoproclamada guerra global contra el terrorismo liderada por Washington.
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