Muestran evidencias de que estándares de belleza no son arbitrarios

Washington, 24 mar (PL) Investigadores de la Universidad de Texas plantean que las nalgas no son los atributos femeninos que más atraen a los hombres, sino más bien una curvatura lumbar muy concreta, divulgó hoy la revista Evolution and Human Behavior.
Según el estudio, la preferencia masculina no se inclina tanto por el final de la espalda de las mujeres sino por un grado óptimo de curvatura lumbar de exactamente 45,5 grados sobre los glúteos.
La publicación explicó que los varones se sienten atraídos hacia ese rasgo físico por una razón evolutiva: ello permitía a las futuras madres un mejor apoyo a la hora de caminar y una mejor capacidad para soportar múltiples embarazos.
El coautor del estudio, David Buss, expresó que se trata de otra ilustración científica de la estrecha coincidencia entre una característica de diferenciación de sexos de la morfología humana y la evolución de los estándares de lo que es atractivo.
Para el también profesor de psicología esto se añade a una lista creciente de evidencias de que la belleza no es enteramente arbitraria, ni está en los ojos del que mira, sino que tiene una lógica adaptativa coherente.
La investigación consistió en dos estudios diferentes, el primero se centró en el acuñamiento vertebral, una característica que puede influir en la curvatura de la baja espalda femenina.
Para esta parte del estudio se pidió a cerca de 100 hombres que calificaran el grado de atractivo de varias imágenes que mostraban diversas inclinaciones de la columna, todas ellas dentro de los límites normales.
Como resultado, los hombres se mostraron más atraídos por las imágenes de mujeres que exhibían la curvatura lumbar hipotéticamente óptima de 45,5 grados, explica el artículo.
David Lewis, director de la investigación, subrayó que esta estructura vertebral habría permitido a las mujeres embarazadas equilibrar mejor su peso sobre las caderas, habrían sido más eficaces en la búsqueda de alimento durante el embarazo y menos propensas a sufrir lesiones de columna.
A su vez, los hombres que preferían a estas féminas habrían tenido compañeras en mejores condiciones de alimentar y cuidar al feto y a la descendencia.

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