Revelan tendencia suicida en copiloto de avión siniestrado en Francia

Berlín, 30 mar (PL) La Fiscalía de la ciudad alemana de Dusseldorf informó hoy sobre un tratamiento psicoterapéutico por tendencias suicidas aplicado en el pasado a Andreas Lubitz, copiloto del avión de Germanwings, estrellado la pasada semana en los Alpes franceses.
Dicha condición Lubitz la presentó antes de obtener la licencia como piloto en la compañía aérea Lufthansa, según precisó el reporte de la Fiscalía.
Por otra parte, el comunicado de la entidad también puntualiza que en las últimas consultas médicas con prescripción de baja no alegaron tendencias suicidas, agresividad hacia otras personas ni tampoco una enfermedad física por parte del copiloto.
El texto añade que aún continúan con la revisión de materiales decomisados en los dos departamentos de Lubitz y el interrogatorio a una serie de conocidos, tanto de su ámbito personal como del profesional.
Hasta el momento, la teoría con mayor consenso dentro de las evaluadas es que el sospechoso, muerto en la tragedia, se encerró dentro de la cabina del avión sin dejar entrar al piloto y puso deliberadamente la aeronave en descenso con el fin de colisionarla contra la montaña.
Sin embargo, los fiscales dijeron que por ahora no encontraron ninguna evidencia de una planificación previa de los hechos.
No contamos con una carta, como las que suelen escribir los suicidas para explicar su acción, ni tampoco hay una aceptación expresa sobre un motivo o circunstancia especial, sea en su vida personal o laboral, para acometer tales acciones, apuntaron.
Todavía no están disponibles las precisiones sobre cuándo recibió el tratamiento psicoterapéutico por sus tendencias suicidas o por cuál dolencia el copiloto recibió su última baja médica, hallada rota en pedazos al registrar sus domicilios y la cual le incapacitaba para trabajar el día del accidente.
La pasada semana, el presidente de la compañía Lufthansa, Carsten Spohr, informó que Lubitz interrumpió hace seis años su formación como piloto durante meses.
Indicó que no es algo infrecuente en la profesión, aunque no explicó los motivos de ese parón.
Destacó también que el joven, empleado en su filial de bajo coste Germanwings desde septiembre de 2013, estaba ciento por ciento apto para el vuelo, sin ningún tipo de peculiaridad o limitación.
Tras conocerse las recientes informaciones, un portavoz de Lufthansa señaló la confidencialidad doctor-paciente a la cual estaban sujetos los registros médicos y que, por ello, la aerolínea no tenía conocimiento de su contenido.
Comentarios de la prensa reseñan que el debate en la opinión pública en Alemania se centra ahora en la necesidad de poner límites al secreto profesional médico para evitar la repetición de casos como el de Lubitz.
El avión siniestrado, un Airbus A-320, con 150 personas a bordo (seis de la tripulación), se estrelló el pasado día 24, cuando realizaba el trayecto entre Barcelona (España) y Düsseldorf (Alemania).
Según las autoridades de Francia, no hay sobrevivientes de la tragedia.
El jefe de Germanwings, Thomas Winkelmann, aseguró que 72 de los pasajeros eran ciudadanos de procedencia alemana y 35 españoles.

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