Bicentenario de la erupción volcánica que inspiró "Frankenstein"

(N22) En 1816 el verano no existió. La escritora Mary Shelley y el poeta Lord Byron se refugiaron de la lluvia y el cielo oscuro en una mansión a la orilla del lago Lemán, al norte de los Alpes. Y ante el fuego de la chimenea, en aquel verano oscurecido, Shelley creó Frankenstein y Lord Byron escribió el poema Oscuridad.

El origen de la oscuridad y el frío se encontraba a miles de kilómetros de allí. El volcán Tambora, en la actual Indonesia, había comenzado sus erupciones un año antes, llegando a la culminación entre el 10 y el 11 de abril de 1815, con una gran erupción, la más devastadora de los últimos 750 años, que se llevó por delante la vida de más de 60.000 personas, en su mayoría víctimas de la hambruna.
Los gases con azufre que expulsó Tambora eclipsaron la luz del Sol, sepultando el siguiente verano en buena parte del hemisferio Norte y arruinando las cosechas. Miles de personas tuvieron que lanzarse a comer gatos y ratas, según el vulcanólogo Stephen Self, de la Universidad de California en Berkeley, Estados Unidos.
Dos siglos después de la tragedia del Tambora, Self es uno de los expertos que alertan de que la humanidad no está preparada para la siguiente gran erupción. Incluso un país como Japón desconoce al menos el 40% de las grandes erupciones de sus volcanes en el pasado. Por medio de la revista científica Nature Geoscience, el vulcanólogo, alerta que se tienen que explorar los registros de erupciones con el fin de comprender futuros peligros potenciales.
Junto a su colega Ralph Gertisser, creen que el bicentenario de la erupción que inspiró a Frankensteindebería servir como un recordatorio de la amenaza volcánica. En enero, un informe técnico, elaborado por la red de vulcanólogos Global Volcano Model y por la Asociación Internacional de Vulcanología y de Química del Interior de la Tierra, advertía de que hay un 33% de probabilidades de que se produzca una erupción como la de Tambora a lo largo del siglo XXI.
El informe concentra el 90% del riesgo en cinco países: Indonesia, Filipinas, Japón, México y Etiopía. Según Self, Indonesia es el país más preocupante debido a la densidad de la población y al número de volcanes. En 1883, la erupción del volcán indonesio Krakatoa, en la parte occidental del archipiélago indonesio, provocó la muerte de 34.000 personas.
El vulcanólogo, cree que disponer de un registro detallado de las grandes erupciones de los últimos miles de años ayudaría a predecir futuras catástrofes. Sostiene que se tendría una idea más aproximada de la frecuencia sin que esto signifique que se puedan entender todos los patrones. Algunos acontecimientos se deben al azar y las erupciones son impredecibles.
Por su parte el veterano vulcanólogo español Juan Carlos Carracedo afirma que “hay muy pocas erupciones como para poder hacer un análisis estadístico. En Canarias han sucedido 16 en los últimos 500 años, unas separadas por 20 años y otras, por 237 años. Las erupciones volcánicas son imposibles de predecir, solo podemos conseguir una detección temprana cuando ya han empezado”.

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