Segunda caja negra de avión debe aportar nuevos datos,experto francés

París, 2 abr (PL) La segunda caja negra del avión estrellado el 24 de marzo en los Alpes franceses debe aportar nuevos datos a la investigación teniendo en cuenta su estado general, informó hoy una fuente judicial.
El aparato, un Airbus 320 de la compañía alemana Germanwings, con 150 personas a bordo (6 de la tripulación), se estrelló cuando realizaba el trayecto entre Barcelona (España) y Düsseldorf (Alemania).
Brice Robin, fiscal de la ciudad de Marsella (sur), precisó que el estado general de la caja, encontrada hace unas horas, deja razonablemente esperar una posibilidad de explotación de sus datos.
Debe tener 500 parámetros registrados, entre ellos la velocidad, la altitud, el régimen motor, la acción de piloto sobre los mandos y los diferentes modos de pilotaje, detalló ante medios de prensa.
Ese dispositivo llegará durante la noche de este jueves a París, donde será analizado por los especialistas de la Oficina de Investigaciones y Análisis para la Seguridad y la Aviación Civil de Francia.
La primera caja, que registra los sonidos y conversaciones en la cabina de pilotaje, fue hallada el mismo día de la tragedia.
A inicio de esta semana concluyó la recuperación de los cuerpos de las víctimas. La apertura de una vía terrestre aceleró las labores de recuperación de los restos, precisó la gendarmería francesa.
El presidente François Hollande prometió una identificación rápida de las víctimas. Sin embargo, hace apenas unos días fuentes cercanas a las pesquisas dijeron que este proceso podría tardar varios meses.
También trascendió que militares alpinistas guiarán la recuperación de los efectos personales, los cuales que pueden contribuir a la identificación.
Si bien no se han determinado las causas de lo ocurrido, no se descarta ninguna teoría: avería técnica, error de pilotaje, atentado terrorista. El avión perdió casi 10 kilómetros de altitud en ocho minutos, sin que se emitiera en ese tiempo ninguna señal de socorro.
Los investigadores creen que el copiloto, cuando estuvo sólo en la cabina, accionó voluntariamente el botón para que la nave descendiera y se estrellara. Dicha teoría es vista como la más probable, por el momento.
Mientras, continúan las revelaciones divulgadas por medios de prensa sobre la personalidad del copiloto alemán Andreas Lubitz, de 28 años.
La compañía Lufthansa, de la que Germanwings es subsidiaria,  admitió que el joven les informó en 2009 de un episodio grave de depresión, motivo por el cual interrumpió su formación durante varios meses en la escuela de pilotaje de la empresa.
Los datos más recientes indican que en la semana previa a la tragedia, Lubitz buscó en Internet información sobre sobre suicidios y puertas de cabina, según la prensa local.

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