Afirman que México tiene mucho por hacer en el Día de la Tierra

México, 22 (PL) La celebración del Día Mundial de la Tierra es una oportunidad para concientizar sobre lo que pasa a nivel global con los efectos del cambio climático, afirmó hoy el catedrático mexicano Carlos Cortéz.
Doctor en Antropología y especialista en desarrollo sustentable de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el académico dijo que se trata de un tema en el que todos somos responsables y a todos nos afecta.
Aseguró que los que tienen menos son quienes más sufren los embates del cambio climático, pues para ellos muchas veces se convierten en desastres naturales.
Sequías, inundaciones, lluvias, ciclones afectan con un mayor impacto a regiones pobres donde la gente pierde todo lo que tiene, no solo viviendas y pertenencias, sino sus recursos naturales y su medio de vida, indicó.
Responsable del Programa sobre Desarrollo Humano en la UAM, apuntó que así como las responsabilidades son diferenciadas, también el efecto.
Todos tenemos una huella de consumo y ante esto hay diversidad de iniciativas pues en muchas ciudades se recicla la basura, existe la defensa de los bosques urbanos y la creación de huertos familiares.
Indicó que tales acciones se encuentran en la línea de lo establecido por las Naciones Unidas para lograr armonía con la naturaleza como mecanismo imprescindible para alcanzar el justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Pero acotó que tales estrategias poco pueden hacer frente a políticas y reformas que han tenido lugar en México, como la que tiene que ver con el sector enérgético.
En la realidad se trata de un mecanismo para que grupos de poder político modifiquen las leyes para concentrar recursos sin considerar los efectos nocivos al ambiente o el deterioro de los recursos naturales, advirtió.
Puso como ejemplo el impulso a la minería en el país y que ha llevado prácticamente a la concesión de la mitad del territorio nacional a unas cuantas empresas extranjeras.
La ley de aguas es el intento más reciente de privatizar todo, pues prácticamente han modificado todas las leyes: la agraria, la forestal, la de minas y aguas.
Todo se dirige a privatizar los recursos para que sean manejados por pequeños grupos que utilizan las instituciones para ello, consideró.

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