Foro indígena concluye en ONU con expectativas de inclusión

Naciones Unidas, 1 may (PL) La 14 sesión del Foro Permanente de Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas concluye hoy con la adopción de un reporte y expectativas de que no sean ignorados los reclamos de los pueblos originarios.
El órgano creado en 2000 por el Consejo Económico y Social debatió durante las dos últimas semanas acerca de los problemas y desafíos de los aborígenes, quienes representan una población de 370 millones de personas, diseminadas por unos 70 países de los cinco continentes.
Según los borradores elaborados aquí, el documento final de la sesión debe recoger preocupaciones relacionadas con la agenda post-2015 de desarrollo sostenible, la situación de los indígenas en el Pacífico, los vínculos con agencias de la ONU y el fortalecimiento del foro.
Para la integrante de la tribu Igorot, en la región filipina de La Cordillera, Joan Carling, los originarios permanecen invisibles en cuestiones clave que la humanidad define este año, como el nuevo marco de progreso dirigido a la continuidad de los objetivos del milenio y el acuerdo universal para enfrentar el cambio climático.
Si de verdad queremos en el planeta materializar el tantas veces escuchado lema de No dejar a nadie atrás en el desarrollo, la agenda post-2015 debería reflejar las prioridades de nuestra población, declaró a Prensa Latina.
En las discusiones, líderes aborígenes denunciaron que sigue la discriminación, traducida en la falta de reconocimiento gubernamental, acceso a la tierra y los recursos naturales, participación en las decisiones que los afectan y respeto a sus derechos.
De acuerdo con la relatora especial de Naciones Unidas para los Derechos de los Indígenas, Victoria Tauli-Corpuz, si esas preocupaciones encuentran eco, los originarios podrían convertirse en un factor importante para ayudar a resolver los problemas de la humanidad.
La mayoría de los delegados al foro coincidieron en que la marginación obedece al escaso compromiso y voluntad política con un segmento poblacional que solo reclama espacios para impulsar el progreso, desde sus tradiciones, conocimientos y visión de armonía con la naturaleza.
Por tanto, resta ver si la 14 sesión del órgano dedicado a los asuntos de los aborígenes es capaz de movilizar conciencias, hasta transformar la exclusión en un escenario de participación plena.
Somos de la cultura del hacer y no de la del decir, Bolivia ha demostrado cuanto puede alcanzarse con voluntad de cambio, afirmó a Prensa Latina Viviana Lima, dirigente del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu, en el país sudamericano.

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